domingo, 30 de octubre de 2011

POETIZANDO, QUE ES DOMINGO

Una vez publiqué este poemilla, en una obra colectiva de la Diputación de Málaga. Lo leo y, mejor o peor, siento que sigo siendo yo el que late (no siempre sucede...). Formaba parte de un conjunto de cinco a los que titulé "Cinco poemas corsarios", en claro homenaje a mi siempre admirado Pier Paolo Pasolini. Como ambos fuimos vecinos de Ponte Mammolo, ya se sabe: eso de vivir cerca termina uniendo.
Un abrazo,


No

No quiero ser ejemplo para nadie, a estas alturas.
No quiero ser estandarte de nada.
No quiero ser paradigma
ni quiero
ser el elegido.
No.
Ya, no.
Me pilla todo eso demasiado maduro.
A lo mejor, si hubiese sido más joven
me hubiera hecho ilusión
figurar.

jueves, 27 de octubre de 2011

UNA ENTREVISTA QUE ME HICIERON (CON UNA FORTA ABRAÇADA AL AMIC XAVIER BORRELL)

Hoy incluyo un enlace con una entrevista que me hizo el escritor y crítico literario Xavier Borrell (http://relatan.blogspot.com/), la primera entrevista a la que he contestado (al hilo de mi trabajo "Se hace camino al andar"). Fue un placer que alguien se interesara por mis cosillas, sobre todo allá en Catalunya, terra a la qual tinc un gran afecte (tinc encara l'assignatura pendent d'aprendre català: de mica en mica s'omple la pica...).
Una forta abraçada, amic Xavier




Profesor de Derecho y escritor de varios géneros, el autor de "Se hace camino al andar" deja viajar con él a Xavier Borrell para completar una entrevista en plena travesía. Abordan tantos temas como el autor desmenuza en su libro, un original viaje a distintos lugares en los que aparece para debatir de tú a tú con los protagonistas de cada momento...

¿Cómo surgió la idea de escribir una novela en esa época y en esos lugares?


Surgió de una serie de inquietudes que me rondaban por la cabeza, reflexiones sobre el éxito, la libertad, las ideas políticas, los cambios de rumbo (Malraux es uno de mis referentes constantes), así como de mis tendencias más o menos existencialistas (y hablo de existencialismo no como filósofo o aficionado a la filosofía, sino como creador, mejor o peor, me reservo el derecho a ser inexacto). Una serie de cuestiones que me preocupaban y que debía escribir, quizás porque es un buen modo de pensar, pensar con los dedos.

¿Ha querido disfrutar al ponerse en la piel de un escritor consagrado que puede publicar lo que quiera?

Es una broma que me parecía sugerente. Conozco la otra parte de la película, la de los que tropiezan una y otra vez con los muros de aquí y de allá, con la ignorancia, con lo establecido, con el desprecio incluso, y me planteé el reto de saber qué podría pasar si se triunfaba. ¿Se puede triunfar? Bien, y… ahora, ¿qué hacemos? me planteo a mí mismo. No sé la respuesta, habría que preguntarle a Dan Brown, o como se escriba.

En el conjunto de su novela defiende el derecho a la independencia de los pueblos oprimidos. ¿Era su intención?


Reconozco que cada vez me atraen menos los derechos de los colectivos, vaya eso por delante, pero es algo innegable que cada uno debe poder decidir su destino como considere oportuno, eso es otra gran verdad. Luego hay que articularlo jurídicamente (soy jurista “de-formación”), pero es importante que se puedan hablar las cosas y que se respeten las decisiones de los demás. Ahora bien, cuidado también con el peligro de que los árboles no nos permitan ver el bosque: este tipo de cuestiones pueden reducir mucho la cultura e intereses de los implicados, y uno puede acabar colgado todo el día de una bandera (cuando lo bonito es disfrutar de paisajes o de la playa en verano), escuchando una y otra vez un himno patriótico (cuando lo mejor es escuchar a Silvio, a Serrat o a Ismael Serrano) y fabricando fronteras de alambre (cuando lo bueno es mezclarnos y hacernos menos puros). Cuidado con esos peligros. Nuestros montes son bellos, pero más allá puede haber vida inteligente. ¿Se imagina lo ridículo que sería reivindicar mi condición de malagueño en el aeropuerto de Nueva York o en la Stazione Termini, de Roma? Hay que relativizar esas cosas.


El protagonista toma dos decisiones muy radicales en su vida. ¿Buscaba un final distinto o no le gustaba el que le venía?


El personaje practica el método de ensayo y error. Se da cuenta de que le fallan salidas que consideraba correctas y busca otras. Yo empecé a escribir la historia y el protagonista se apropió de su destino, también es verdad. Al menos me hizo caso en una cosa (aparezco en un determinado momento, travestido de profesor de historia del arte, perdonen la coquetería): conocer Roma.

¿Teme que le critiquen porque el protagonista diga que la familia es una privación de libertad?

Bueno, eso lo dice el protagonista, pero muchas veces es así, así lo veo. Es una opción individual, optar por la familia o no. Cada cual, que se organice su existencia como quiera. Al fin y al cabo, todos tenemos nuestras servidumbres, ¿verdad? Pero lo bueno no es dar una respuesta, sino plantearnos la pregunta, que estamos hartos de escuchar que la familia para arriba y la familia para abajo. Que cada uno dé la respuesta que libremente prefiera.

¿Si vendiera tantos libros como el protagonista, haría lo mismo que hace él con sus posteriores obras?


(Risas) Estoy tan acostumbrado al barro que sería difícil que se me subiera algo a la cabeza. Pero creo que, en ese caso, mejor no tener lejos este libro, para saber lo que nunca quiero ser. Me dedico a la docencia en Derecho (aunque creo no ser el típico profesor de Derecho), y cuando empecé no tenía ni idea de pedagogía (a lo mejor ahora tampoco, jeje): no sé si tenía claro lo que debía hacer, pero lo que sí tenía muy claro era lo que jamás debería hacer (todos esos anti-ejemplos que hemos sufrido como alumnos). Pero estamos hablando de algo tan improbable…

¿Qué le parece el hecho de ser un abogado que edita en una editorial de libros de derecho? ¿No es un poco endogámico?

Es una editorial jurídica un tanto especial, pues no sólo publica trabajos de Derecho, pero es lógico que la gente de Derecho conozca más estas editoriales. Yo, por ejemplo, me puse en contacto con ella para publicar un trabajo científico jurídico (aquí habría tema de debate también, muy literario: alguien contrario a las corridas de toros trabajando sobre responsabilidad civil en festejos taurinos…), y al ver que publicaban también trabajos literarios, les remití el mío. Tengo escritas muchas cosas de Derecho, cosas que no le recomiendo leer (son aburridísimas), pero la sal de la vida está en la literatura. Que no nos falte. Yo me ahogaría.

¿Le gusta la idea de que el lector pueda abrir el libro por cualquier página y encontrar siempre diálogos interesantes que no se relacionan entre sí?


Sí, el diálogo hace amena la lectura, y eso también es bueno. Hace poco, releyendo entrevistas a Benet, leía que Benet abominaba de los diálogos. Seguí leyendo en busca de comentarios más acertados, pues no puedo estar de acuerdo. Mi concepción de la literatura es otra, el trabajo literario debe ser como la vida: una sucesión de cosas banales por la que entrecruzan los temas clave de la vida. Es lo que intento, no sé si lo logro. Y en la vida se dialoga, salvo los de siempre, que hablan “ex catedra”, pero eso no tiene remedio. A esos les sucede lo que a Eugenio Montes, que se ensimisma tanto con su verbo florido que le cambias el interlocutor y no se entera. Horror.

A tenor de los poemas que ha escrito hay un buen poeta en usted. ¿Disfruta con este género?

Muchas gracias por el piropo. Tengo publicados varios poemarios, algunos con momentos que me gusta releer, y a veces necesito la poesía para expresarme. Es otro registro: mi poesía es sencilla de leer, un chispazo, pues en poesía todo lo que no es necesario, sobra, y me gusta que un poema se lea fácilmente; por eso son trabajosamente sencillos. Una vez le comenté a un amigo bibliotecario que acababa de publicar un poemario (en este caso, “Cuaderno de Roma”), y me dijo que él de poesía no entendía, a lo que respondí “yo tampoco”. Yo soy como esa mujer embarazada que no es ginecóloga, pero que espera dar a luz un niño sano. A veces se puede… En cualquier caso, yo soy un curioso, un tipo que viene de otro mundo huyendo y recaló aquí (yo siempre huyo: uno de mis temas fetiche: los mares del sur, influencia quizás de mi admiradísimo Manuel Vázquez Montalbán).


http://www.elcampdeturia.com/entrevistas/489-entrevista-con-antonio-j-quesada.html

sábado, 22 de octubre de 2011

OGGI MI RICORDO PONTE MAMMOLO, IL MIO QUARTIERE DI ROMA

Hay días en los que va uno con el paso cambiado. Puede que sea la lluvia, puede que sea el desgaste diario o bien el hartazgo profundo: aun consciente de que la melancolía puede ser un error y la nostalgia un pretexto de la pereza, oggi è impossibile non ricordare il mio quartiere di Roma: Ponte Mammolo. So che non è un posto bellisimo per i turisti, ma... era il mio quartiere, con la sua fermata della Metro, con la carcere non lontana (a Rebibbia), con i monti di Tivoli in fondo, con l'Aniene...
Anche mio amato Pier Paolo Pasolini viveva non lontano di qui.
En fin, hay días rojos, ya lo hemos hablado en este blog, y uno siempre tiende a volver a lo que adora/añora. Feliz fin de semana.

http://it.wikipedia.org/wiki/Ponte_Mammolo

martes, 18 de octubre de 2011

"LAS PALABRAS", BELLAS, DE SARTRE (un viejo texto repescado con caña)

"LAS PALABRAS", BELLAS, DE SARTRE (http://www.papel-literario.com)

Cada día se aprende algo nuevo: a veces se acaba sacando petróleo incluso de donde ya no se podía rascar nada (o eso parecía). Sartre, ese referente tan importante en mi vida, no dejará de sorprenderme nunca. Y eso que pensaba que lo tenía más o menos calado, qué imprudentes somos: como siempre, disfruto de su teatro de modo apasionado, sus novelas me tratan como ser inteligente, sus textos filosóficos (a excepción de su charla divulgativa “El existencialismo es un humanismo”) se me caen de las manos y sus opiniones políticas encierran errores descomunales, propios del genio que era. Vale, todo en orden. Pero, por ejemplo, no había leído “Las palabras” (peccato!), ese texto autobiográfico del que se decía que era su obra más bella. De alguna manera, como para quedar bien, yo solía repetir esos ilustrados comentarios cuando encartaba y quedaba todo lo bien que puedo quedar en la vida, que supongo que tampoco es demasiado. Perfecto. Como siempre, prefería equivocarme con Sartre antes que acertar con Camus, al que tanto admiro.

Pero no hace mucho compré “Las palabras”: encontré una versión razonablemente barata y me la llevé debajo del brazo (por cierto, versión de Losada, como en los viejos tiempos, aquellos días en los que “la espada más limpia de Occidente” ejercía la crítica literaria y pretendía velar por nuestra sanidad intelectual impidiéndonos leer los libros más interesantes). Comencé a leer esta obra y… Dios santo, es un texto tan bello y lírico que da gusto recrearse en cada línea. No se puede abandonar. Los franceses tienen quinquenios con el tema de la infancia, están muy proustituidos, pero a los latinos un libro así nos puede recordar a una especie de “Celestino antes del alba” con un lenguaje más pulido. Y más europeo, evidentemente.

Entonces era cierto: “Las palabras” era ese texto maravilloso del que algunos hablaban. El arte por el arte, algo genial. El ilustrado tópico que repetíamos todos, como papagayos, era finalmente cierto: “Las palabras” es un texto en el que Sartre recrea, se recrea y nos permite recrearnos en su intimidad, convertida en un auténtico fin. Conozco a un profesor (mentira: a más de uno) que a fuerza de repetir todos los años las mismas bobadas acabó por aprender su materia. Yo he acabado por metabolizar que “Les mots” es un texto único y esencial, como repetía, sartrecillo intrépido, desde hacia años.

El placer que me ha proporcionado “Les mots” ha sido inmenso. Mi reflexión, malévola, era previsible: ¿por qué no más “Les mots” y menos “Crítica de la razón dialéctica”? Personalmente no tengo duda acerca de hacia dónde encaminar mis pasos.

jueves, 13 de octubre de 2011

"...se codeó con rameras y con poetas, y hasta con gente peor"

"A pesar de sus canas, se codeó con rameras y con poetas, y hasta con gente peor" (Jorge Luis Borges: "El incivil maestro de ceremonias Kotsuké no Suké", en "Historia universal de la infamia").

domingo, 9 de octubre de 2011

SÁNCHEZ DRAGÓ, NUEVAMENTE DESDE SU NORIA

Hoy domingo me he dejado los cuartos comprando "El Mundo" (confío en que no tenga efectos secundarios de carácter ideológico; bueno, con los tiempos que corren, seguramente me iría mucho mejor en la vida si los sufriera). Resulta que la portada del Magazine era para Fernando Sánchez Dragó, que publica no sé qué libro de Memorias. El banderín de enganche estaba servido.
Reconozco que Dragó me empalaga e irrita cada vez que le leo algo, pero... sigue enganchándome lo suficiente como para interesarme por dónde anda (no en vano, su sombra hindú y esotérica es la guinda exótica del entramado cultural tradicional del PP: se sale de los manoloescobares, los arturofernándeces, las normaduvales, incluso de los luisalbertodecuencas o juanmanueldepradas).
Leo el reportaje y... lo de siempre. La culpa es mía. Dragó siempre se sube a su noria y... ¡a dar vueltas! Que es un niño de familia bien ("de buena familia", dicen estos siempre), que su padre era como "José Antonio-Presente!", que le gustan las señoritas de buena familia del Barrio de Salamanca, que ha follado mucho y bien, que fue progresista (bajo palabra de honor) y eso le sirve para escribir mil veces lo mismo (lo malos que son comunistas, socialistas, sindicalistas y demás gentes de mal vivir), que si un petardo por aquí, una montaña india por allí, una progre con las piernas abiertas por allá o algún rincón japonés algo más allá. Lo de siempre, me lo tengo merecido. Mientras PedroJetaRamírez (¿será familia mía?) y Esperanza Aguirre le den arilleo, y gente como yo siga prestándole atención... por ahí andará Dragó, girando en su noria.
Hoy me enganchó nuevamente. No escarmiento.

miércoles, 5 de octubre de 2011

YO, YO, YO Y... SI QUEDARA ALGO... PARA MÍ

En mi primer libro de poesía, mi primera gran imprudencia, incluí un poemilla sobre el egocentrismo que suele embargarnos, a unos más, a otros menos. Una vez leí, escuché a alguien decir (o, incluso, a lo mejor lo dije yo, no estoy seguro de casi nada), que lo que verdaderamente jode de la muerte no es que todo termine para uno, sino que la vida siga para los demás, y puede que no esté muy desacertado. Somos así, en líneas generales.
No sé: yo como creador, prefiero plantear preguntas, no aventurar respuestas (las respuestas las tienen, TODAS, los tertulianos de radios y televisiones, que en media hora reorganizan la galaxia).
Un abrazo, amig@s, GRACIAS por existir.


Egocentrismo infantil (y no tan infantil)

Cuando yo era colegial
siempre estaba inquieto pensando
en si mi ciudad seguiría viva durante
mi jornada escolar:
¿habría ancianos paseando?;
¿jóvenes que tomaran el autobús?;
¿los comercios estarían abiertos?;
¿habría personas en los cafés?
Por las tardes yo comprobaba que sí,
que todo eso ocurría.
Pero por la mañana no lo tenía claro.
¿Sería posible que la ciudad funcionara
sin mi participación?


pd. El sentimiento es real: la primera mañana en que, en día lectivo, no estuve en el cole, fue todo un descubrimiento: ¡había vida fuera del patio de recreo! Lo recuerdo como si fuera hoy...

sábado, 1 de octubre de 2011

AQUÍ CON MI AMIGO JUAN PANADERO...

Alguna vez he comentado que el Alberti que más me llega a los pliegues del alma es el de "Roma, peligro para caminantes", pero eso no obstaculiza que disfrute de tantos de sus otros libros. Como, por ejemplo, de las "Coplas de Juan Panadero", donde encuentro coplas que me encantan. Ahí van algunas...

- "Que yo no vendo mi trigo. / Mi pan me lo como yo / o lo regalo al amigo".

- "Pero que nadie se engañe. / Aunque andaluz, yo soy copla, / soy viento de cualquier parte".

- "Quieren matarme y matarme / y para hacerlo mil veces / quisieran resucitarme".

- "Nadie de Juan Panadero / piense que es simple. Si soy / simple es porque así lo quiero".

- "Son mis universidades / una barca con un hombre / y una mar de tempestades".

Podríamos seguir... pero entonces no leeríamos sus libros (las "Coplas" y las "Nuevas Coplas"). Un abrazo, GRACIAS por seguir por aquí