martes, 27 de septiembre de 2016

AGRADECIDO A VÍCTOR



Buenos días:


Durante el período 22.2.2016 al 27.9.2016 y durante los martes 
y viernes (exceptuando los primeros diez de mayo por un 
viaje a Nueva York y el mes de agosto por vacaciones), 
he ido publicando en mi blog siroco-encuentrosyamistad.blogspot.com, 
dos entradas de un poema que tuviera como motivo 
homenajear a un autor o personaje literario.


En una primera entrada he publicado el texto y una fotografía 
del poeta así como del autor o personaje homenajeado y en 
una segunda entrada un audiovisual con el recitado del 
poema por parte mía; previamente subido a youtube dicho audiovisual.


En definitiva, ha sido para mí, una experiencia muy 
interesante que me ha servido para aumentar mis 
destrezas y mis conocimientos de cada uno de los
poetas a la vez que disfrutar y aprender con ello.


Constituye una antología de 50 poetas en memoria digital, 
tanto de texto como audiovisual que entiendo constituye 
una novedad en lo que se refiere a la forma de presentar 
una antología, y que espero sea apreciada en el futuro 
por los amantes de este arte tan necesario de mantener.

La relación de poetas es la siguiente (según orden de aparición):


1.Joaquín Pérez Azaústre

2.Antonio Jiménez Millán

3.José Infante

4.José Luis García Herrera

5.José Luis González Vera

6.Alfredo Taján

7.Antonio J. Quesada

8.Pedro Letai

9.Aurora Gámez

10.Alice Wagner

11.José Luis Ortiz

12.Pablo Bujalance

13.Inés María Guzmán

14.Antonio Rivero Taravillo

15.Andrés Díaz Castro

16.Antonio Abad

17.Antonio Espinosa Úbeda

18.Francisco Ortega Palomares

19. María Victoria Atencia

20. Karmelo C. Iribarren

21.Víctor M. Pérez Benítez

22.Antonio García Velasco

23.Gloria Díez

24.Rosa Romojaro

 25.María Eloy-García

26.Inmaculada García Haro

27.José Luis Pérez Fuillerat

28.Joan Margarit

29.Antonio Carvajal

30.Jorge Villalobos

31.Diego Medina Poveda

32José Carlos Rodrigo Breto

33.Juan Gaitán

34.José Luis Rey

35.Francisco Ruiz Noguera

36.Jesús Baena Criado

37.Pedro Ruiz Arrabal

38.Antonio Romero Márquez

39.Rafael Inglada

40.Raquel Lanseros

41.Carlos R. Ipiéns

42.Antonio Enrique

43.José Lupiáñez

44.Juan Bravo

45.Mª Carmen Guzmán

46.Francisco Chica

47.Alvaro García

49.Remedios Alvarez Díaz

50. Juan José Castro.



Gracias a todos y cada uno por vuestra participación


En Málaga a 27 de septiembre de 2016.


Víctor M. Pérez Benítez
 

domingo, 25 de septiembre de 2016

UNA VIEJA DEUDA: LA POESÍA DE JOSÉ RIZAL

El otro día saldé otra vieja deuda literaria (uno anda cargado de deudas literarias, y las estanterías de las librerías, a veces, van provocando): las poesías completas de José Rizal (y algunos ensayos, también).
Rizal, ese hombre renacentista que, en sus treinta y cinco años de existencia tuvo tiempo de cursar estudios de Medicina, Filosofía, ejercer, viajar, intentar cambiar su mundo, escribir textos poéticos inolvidables (¡ay, "Mi último adiós"; y tantos otros...), las novelas "Noli me tangere" y "El filibusterismo", Diarios, e, incluso, de morir ejecutado por el fanatismo, como sucede en ocasiones con las personas que se salen de lo normal de modo tan flagrante (el mundo está hecho para la mediocridad y la grisura, eso lo tenemos bien asimilado).
Y con el libro en la mano, como si fuese una magdalena "proustituida", una magdalena alucinógena, recuperé mis días en Manila. Aquella ciudad que para Jaime Gil de Biedma era menos exótica que Sevilla (pues la conocía mucho mejor): especialmente mi visita a Intramuros, al Museo dedicado a Rizal en Fort Santiago, o los paseos por esas calles, fortalezas e iglesias tan características de los sitios por donde hemos pasado los españoles ("curas y abogados, solo curas y abogados nos mandan: si hay que mover un río nadie sabe", se quejaba Mariátegui de los conquistadores españoles; curas y abogados... ¿embaucadores con la palabra?).
En fin, no me desvío: que compré un excelente trabajo de Cátedra (Cátedra, siempre al rescate, con sus exquisitas ediciones), saldé mi deuda y recuperé los bellos días filipinos, todo en uno.
Salamat, Rizal. Salamat, Philippines. Por todo lo que me habéis dado.


sábado, 24 de septiembre de 2016

EL INICIO DEL CURSO

Ayer se inició el curso académico en la Universidad de Málaga. Nunca he ido a estos eventos formales, y ahora me da pereza empezar, no sé. Quizás por eso no voy. Tampoco creo que se me eche en falta, que sin mí el sol también sale, la gente ríe, las chicas pasearán igual de bellas por la playa y al llegar la noche habrá quien se tome una cerveza en el paseo marítimo. No se cae el mundo cuando yo no estoy, me consta.
En el acto formal se dicen discursos delante de las Autoridades de todo tipo (cada vez hay más) y las "fuerzas vivas" de la ciudad (me horroriza la palabra, la uso con "rintintín", como ahora esta segunda palabra entrecomillada) y queda inagurada la cosa. Las gentes con togas y mucetas de colores se saludan después y bien, todo bien.
En todo caso, sin embargo, y pese a mi desapego hacia estos eventos, creo que está bien que se haga así todos los años. Y que a quien le gusta y disfrute vestido de Doctor y no sé qué, que vaya y pase un buen día.
Todo colectivo tiene sus folklores y ritos, su comunión de los santos, y en el mío más o menos es esto. Lo acepto como tal. Igual que cuando se casa un militar los compañeros hacen no sé qué con las espadas para que la (presuntamente) feliz pareja pase por debajo, nosotros tenemos esto. Que huele a antiguo... seguramente. ¿Y qué? No daña a nadie, no hiere sensibilidades, ¿qué problema hay?
Ese presunto olor a naftalina es parte del folklore del colectivo: en nuestra comunión de los santos, los santos llevan gorros y mucetas de colores, se entona el "Gaudeamus" y nos sentamos y levantamos a golpe de protocolo. ¿Acaso si asisten a una sesión del Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia esperan ustedes excesivos cambios en la escenografía, o que la presunta licuefacción de la Sangre de San Gennaro cambie su guión de repente y se haga en Twitter, por ejemplo, este año?
Pues la inaguración del curso académico, como lo de la sangre del santo, no falta a su cita anual. Se celebra y es celebrado por quien va. Y a vivir, que son dos días y uno está lloviendo...

martes, 20 de septiembre de 2016

SOBRE LOS HOMBROS DE GIGANTES

Sigo con mis reflexiones panerianas, de cara a terminar el capítulo de libro en que estoy enfrascado (y que entregaré en breve), después de la entrañable visita a Astorga del pasado mes de agosto (verano muy paneriano; de trabajo, pero inolvidable: dos trabajos complementarios sobre los creadores de la familia Panero).
Ayer, por fin, pude disfrutar de la cuidada Antología poética de Leopoldo Panero publicada en 2011 por Cátedra (exquisitos libros, por otra parte), pues ya llegó a la librería. "En lo oscuro". Y pude aprender con la ilustradísima introducción de Javier Huerta Calvo, un lujo para el lector interesado.
Recuerdo aquello que ponía Umberto Eco en boca de alguno de sus personajes en "El nombre de la rosa": somos enanos, pero enanos subidos sobre los hombros de gigantes, por lo que nuestra perspectiva no es tan pobre.
Ayer me sentí así: un enano (porque todo el que aprende es siempre un poquito enano) subido en los hombros de un gigante (un estudioso, alguien de quien aprender... ¡qué privilegio!). Y las vistas eran sugerentes.
Gracias, estimado Javier, por las enseñanzas. Por las vistas.

domingo, 18 de septiembre de 2016

VIA MERULANA

La Via Merulana, de tan gratos recuerdos romanos. Útil para ir desde Santa Maria Maggiore a San Giovanni in Laterano (y viceversa), en ella ubicó Carlo Emilio Gadda la trama de su pasticciaccio brutto, aquel capolavoro de la narrativa italiana del Siglo XX.

sábado, 17 de septiembre de 2016

ALEXIÉVICH ME PRESTA GLAMOUR

Por aquí y por allá tengo dicho y escrito que hay que leer los libros de Svetlana Alexiévich: los testimonios de sus libros merecen una importante reflexión, aunque para mí un Premio Nobel es otra cosa. Pero bueno, no entraré hoy en esto, pues ando con mil historias, a lo mejor otro día (por otra parte, ¿acaso interesa a alguien mi opinión sobre esto, sobre la cerveza artesanal, sobre los jerseys de cuello vuelto o sobre los peces de colores, por ejemplo? Lo dudo tanto... Cada día más...). Simplemente quería comentar que ando con "El fin del <>" debajo del brazo, y da para mucho (mis trayectos en autobús están llenos de historias y reflexiones éticas, no lo duden).
Por otra parte, tengo que confesar que Alexiévich me presta glamour. Gracias a un texto que escribí sobre ella he recibido el insulto más entretenido que recibí nunca: agente de la CIA. Me han llamado muchas cosas en esta vida, y lo que me queda por escuchar, pero esto nunca lo había probado.
Es una pena que mi cuenta corriente no se haya percatado de esta condición de agente de la CIA, aunque como buen esteta me hubiese encantado que me integraran en el KGB, pues tiene un halo de misterio mayor que la CIA. En todo caso, ha sido una experiencia novedosa, eso de sentirme agente de un servicio secreto.
Tengo que hacer una confesión: espero que no se decepcionen, pero en realidad no lo soy.
Era evidente: cualquier lector de Vázquez Montalbán sabe que la CIA, en España, solamente recluta a gallegos.


viernes, 9 de septiembre de 2016

NIÑO DE PUEBLO

Daniel Díaz Godoy, polifacético artista y buen amigo, tuvo a bien ilustrar mi poema "Niño de pueblo" en la exposición que llevó a cabo en Mainake.
Un honor para mí. Abrazos fuertes, querido Dani,

jueves, 8 de septiembre de 2016

UNA AVENTURA ITALIANA

Buscando no sé qué he encontrado, de repente, una bella imagen de Asís (la histórica ciudad de la Regione Umbria, cuartel general de los franciscanos). Y recordé mi estancia por allí, invitado por un franciscano al que conocí en una recepción en la Embajada española ante la Santa Sede (en Roma se dan situaciones tan extravagantes como esta que cuento).
Estaba yo en una recepción, en el edificio de Piazza di Spagna, como un pez al que sacas del río: entre señoras muy entaconadas y señores muy engominados que parecían cerrar negocios muy importantes y, a la vez, devoraban canapés (yo también lo hacía, lo de los canapés, no lo de los negocios, pero sin tacones ni gomina, y como extraño, fuera de lugar). Buscaba a algún otro paria de la tierra, otro desplazado del evento, como para hacer una especie de frente común de marginados, y me topé con Fray Antonio. Un hermano franciscano que, con su hábito, también era extraño en aquel clima parecido al de la Bolsa, los Consejos de Administración y demás sitios de ese estilo. Me acerqué a él. "¿También le han dejado a usted solo, hermano?", le comenté, en tono de broma. Y ya no estuvimos solos, ni él ni yo. No soy muy devoto en el plano religioso, pero siento un profundo respeto y cariño por el modo de ser y de estar franciscano.
Me invitó a visitarle, en Assisi. Con el tiempo acudí y... fue tan agradable que le dediqué un cariñoso relato que se incluyó en mi "Cuaderno de Roma", aquella imprudencia que alguna vez publiqué (cuando era joven y cometía estas imprudencias).
A pesar de los pesares sigo leyéndolo con ternura, pues recuerdo todo lo que fue (algunas cosas se cuentan, más o menos maleadas, y la mayoría no: Fray Antonio era así de bueno y abierto, pero no cascarrabias, aunque eso me servía, en el relato, para plasmar la sensación de superación por parte de la congregación; la sensación de estar como en fuera de juego, en este mundo).
Un abrazo, Fray Antonio.


http://antoniojetaquesada.blogspot.com.es/2012/12/fray-antonio.html#comment-form





martes, 6 de septiembre de 2016

"2003: el año en que conocí a Diego Medina"

Mi colaboración en el bellísimo catálogo de la Exposición "Diego Medina: poeta y editor", que inaguramos ayer en Málaga (un seguro, trabajar con Antonio Herráiz).
Escrito con todo el cariño y admiración hacia Diego: poeta, editor, amigo, cómplice...





2003: el año en que conocí a Diego Medina

Antonio J. Quesada

Corría el año 2003 y yo era un Becario de Investigación de la Facultad de Derecho que, entre clases seguramente olvidables y textos científicos manifiestamente mejorables, sacaba tiempo para escribir cosillas con pretensiones literarias.
En ello andaba cuando obtuve el Primer Premio de la Muestra “MálagaCrea 2003”, del Ayuntamiento de Málaga, en Narrativa Breve. No había publicado nada y no me conocía nadie, seguramente ni yo mismo (todavía sigo sin conocerme), y ganaba esto. Para alguien acostumbrado a perder, aquello fue una fiesta.
Fui, muy ilusionado, a recoger mi premio, y en una tarde calurosa de la Feria del Libro de Málaga se presentó el trabajo que recopilaba los textos ganadores. Allí conocí a Diego Medina. Me dio la enhorabuena, muy cordial, y me propuso, ya que había ganado el premio en la modalidad de narrativa, publicar algo en una colección que, según parecía, tenía el Ayuntamiento de Málaga llamada “Monosabio”. Acepté encantado. Con el tiempo sería consciente de que esa generosidad que tuvo conmigo la había tenido y la tendría con bastantes creadores jóvenes. Diego se iba a convertir en un cómplice inolvidable.
Diego y yo fuimos forjando una complicidad muy bella, alimentada con referentes creativos, noches de poesía y cerveza, generosas presentaciones de mis distintos librillos, guiños perennes (Pier Paolo Pasolini, Vázquez Montalbán, Carnaby Street, Roma, la familia Panero, …), etc. Con el tiempo, mi cómplice Diego se jubilaría, sería abuelo y comenzaría a pintar. Nos veíamos bastante menos, pues yo me iba cargando con todo eso que asumimos en la vida para parecer personas responsables.
Y en eso llegó la muerte. Traidora. Traicionera. Rondando el 14 de abril: de repente estábamos en una ceremonia laica en el cementerio, reteniendo las lágrimas y recordando a Diego. Le homenajeé con aquellos versos de Pasolini que Welles leía en “La ricotta”, y escuché a Joe Cocker con un nudo en la garganta.
El año 2003 fue fructífero para mí: fui joven poeta comunista durante un fin de semana, obtuve honores literarios diversos y publiqué “Un mensaje en el móvil” en la colección Monosabio. También me doctoré en Derecho con la pompa propia. En el año 2003 sucedieron bastantes eventos importantes en mi vida. Pero, ante todo, fue el año en que conocí a Diego Medina. Y empezaría a tener con él, para siempre, una deuda impagable.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Junto a la tumba de Michi Panero

Junto a la tumba de Michi Panero (Astorga, 26-8-2016).

"Fracasé una vez, fracasé diez mil / y aún así alzo mi copa hacia el cielo" (Nacho Vegas: "El hombre que casi conoció a Michi Panero").

Saludable filosofía de vida. No nos queda otra.