lunes, 11 de marzo de 2013

EL ÚLTIMO TANGO EN PARÍS

¿Qué opinas, amigo lector, de esta película? ¿Qué te viene a la mente cuando escuchas este título magistral del magistral Bertolucci (se nota que trató a PPP)?
Un abrazo, y... no me dejes solo, que sobre esta película se reflexiona mejor en compañía.

3 comentarios:

  1. Abro el fuego, querido yo mismo, ya que te quiero más que nadie en la vida.
    Lo primero que me viene a la mente, de un tiempo a esta parte, es cómo me dejó congelado la necrológica de Maria Schneider en "La Vanguardia", encontrada durante una estancia en Barcelona.
    Una película mucho más interesante de lo que muchos piensan: hay mucho cine-poesía ahí, más que cine-narración. Hay quien dice que Bertolucci hacía superproducciones taquilleras para poder pagar estas joyitas que nos regalaba en ocasiones.
    Puede ser.

    ResponderEliminar
  2. Qué inmensa soledad, la del protagonista masculino (Brando está tremendo). Qué desarraigo... y cómo nos envuelve en su remolino (al fin y al cabo, que levante la mano quien nunca pretendió bailar alguna vez un último tango en París).
    Por otra parte, cómo se presta París a estas historias tan "arrayueladas" (la más "arrayuelada" es "Rayuela", pero no la única).

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, me corrijo a mí mismo: en el film hay cine-poesía, pero también bastante cine-narración, no tan poco como di a entender antes. Sólo que, pensándolo mejor, prefiero la poesía, por dura que sea (y la es en este caso).
    Como se puede ver, no necesito a nadie (ni siquiera heterónimos o anónimos que son uno mismo, como hacen otros), para debatir con nadie.
    No me aburro conmigo mismo. Con mis diversos yo.

    ResponderEliminar