miércoles, 8 de febrero de 2017

ALEXIÉVICH Y LA NUEVA GUÍA DE TELÉFONOS

Preguntaron una vez a Umberto Eco por el libro que se llevaría a una isla desierta (preguntamos demasiado, y demasiadas tonterías...). Contestó que la guía de teléfonos, porque contenía muchísimas historias.
Estoy, nuevamente, leyendo a Svetlana Alexiévich. Hay que leer cada uno de sus libros, aunque hay que dosificársela (supongo que como todo en la vida). "Últimos testigos", nuevo libro coral de testimonios, etcétera, etcétera, etcétera. Ya saben, por todo lo que se lee en suplementos culturales y demás. Yo, siguiendo con la idea de Eco, creo que cada libro de Alexiévich es como una guía de teléfonos, en el que están casi todas las historias, conectadas por el hilo conductor común del tema que sea.
Hay que leer a Alexiévich, lo tengo muy asumido, aunque en mi modesta opinión un Nobel sea otra cosa. Hay que leerla para saber de qué va esto de vivir, en ciertas circunstancias. Son libros que te abren las carnes.
Además, Alexiévich fue la causa de que me llamaran Agente de la CIA, y un insulto como ese hay que sostenerlo desde temprano, cada mañana. Te da caché.
No me quedará otra que ganarme el presunto sueldo (vamos a ver cómo afecta la llegada deTrump a mi presunta nómina), y seguir comentando a Alexiévich.

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