lunes, 23 de junio de 2014

¡VIVA LA "TERNURA"!: PORQUE SIEMPRE ES BUENO ESTAR BIEN ACOMPAÑADO

Tengo una serie de poemas titulada "Poemas de la amargura", en la que incluyo piezas con el hilo conductor de ese bajón anímico que todos tenemos en ocasiones (incluso en los "días rojos" de Tiffany).
En el que aquí inserto, "Ternura", hago una declaración de amor a esa amiga tan especial que tanto me ha ayudado en momentos duros de trabajo en soledad.
Feliz comienzo de semana,
 
 
Ternura
Qué bien estoy contigo,
querida mía.
Mi cielo, mi amor, mi vida.
Sí: tú sí que me entiendes, no como el resto del mundo.
Sí: tú no me afeas conductas de aquí y de allá.
Sí: tú sabes que te trataré siempre con ternura
y me tratas siempre con ternura.
Sí: cómo me agrada tu compañía.
Sí: cuando alguna vez me fallas
(fallos mínimos, reparables: todo es solucionable entre tú y yo)
llamo a nuestro teléfono y se arregla todo.
Mi vida, mi amor, mi cielo.
El afecto que me das no se paga.
Nuestros ratos pertenecen a esos pequeños momentos inolvidables
que siempre merece la pena vivir
(¿recuerdas en Roma, en la Biblioteca della Camera dei Diputati, por ejemplo?).
Y el café tan bueno que me ofreces por sesenta céntimos…
 

3 comentarios:

  1. No sólo el café: también el chocolate está muy digno. Eres tan completa...

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  2. Me decía el otro día uno que toma café conmigo "a mis soledades voy, / de mis soledades vengo, / porque para andar conmigo / me bastan mis pensamientos".
    Me comentó una vez: "me gusta tomar café en la máquina, solitario y a mis cosas". "A mí también -le contesté-: cuando quieras quedamos y vamos juntos".

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  3. Está algo mayor, mi amigo Félix, pero pasamos buenos ratos todavía. Con y sin café.

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