sábado, 9 de enero de 2016

EL CAMINO RECTO


El camino recto

Sigue el camino recto,

como Dios manda.

Tu título universitario en la pared. Que lo vean sin esfuerzo.

Tu trabajo en horario de oficina, e incluso, algún día, de tarde.

Tu esposa, ex-novia de toda la vida,

a la que cuidarás en la salud y en la enfermedad

hasta que la muerte separe lo que quede.

¿Leer?

Es tarea de desocupados y ociosos

(las personas formales nunca tienen tiempo para leer)

Además, abre un abanico demasiado profundo

de inquietudes,

y eso nunca fue bueno para vivir tranquila y honradamente.

La misa del domingo, eso siempre.

Y en caso de duda, lo que digan nuestros mayores,

que nunca fallan.
 
                      (Antonio J. Quesada, de "Poesía a instancia de parte")

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