martes, 8 de marzo de 2016

DE OSCURIDADES Y LUMINOSIDADES

Sigo mis andanzas de aquí para allá, intentando hacer mi trabajo, pagar mis deudas y no dañar a nadie, que es lo que más o menos debemos hacer en la vida para no tener problemas (luego todo se tuerce y vienen los problemas, aunque cumplas con las reglas anteriores, porque esto funciona así).
Y sigo acompañado de Hilario Barrero en mi camino, porque un buen amigo junto a ti es imprescindible en esta jungla de la vida. Para hacer más sugerente el camino.
Lo mejor que tienen los buenos poetas es que saben explicar con bellas y armónicas palabras aquellas intuiciones que tú llevas dentro de manera informe, y cuando lo lees piensas "sí, exactamente, eso es así". Llevo varios días dando vueltas a la siguiente frase, extraida de sus "Diarios (2012-2013)", esa compañía inmejorable:

"Cuando uno es joven no le importa vivir en apartamentos oscuros y lóbregos porque le sobra luz y vida, cuando uno se hace viejo quiere vivir en apartamentos luminosos, porque le sobran sombras".

Sí. Es exactamente así. Los ojos más o menos jóvenes que lean esto pensarán que esta idea no es exacta, que es una exageración o qué sé yo lo que pensarán. Los que ya hemos seguido demasiadas Olimpiadas en televisión como para no ser considerados jóvenes sabemos que es exacto, conocemos esas sombras. No es alegre, esto, pero nadie dijo que tuviera que ser alegre.
Excelente compañero de viaje y paseos, Hilario Barrero.



No hay comentarios:

Publicar un comentario