lunes, 7 de noviembre de 2016

"EL ESCRITOR". UN RELATO



EL ESCRITOR

Antonio J. Quesada

-       O sea, me estás diciendo que ese tipo viene a Benicàssim a encerrarse en el hotel a escribir, ¿no es eso? –comenta Ernesto, y da un trago de su bebida.
-        Más o menos, sí –contesto, aunque tampoco sea del todo exacto.
-       Pues no lo entiendo, chico. El Hotel Montreal es paradisíaco, pero… ¿venir desde tan lejos para no salir de la habitación? –Ernesto sigue sin entender.
-     Hombre, tampoco es eso –matizo y doy un trago de mi bebida-. Tampoco es que no salga de la habitación: simplemente digo que viene, sobre todo, a trabajar. Se deja ver por el restaurante, por la piscina (la piscina la frecuenta mucho; no me extraña), y también sale por ahí, claro. Pero, básicamente, viene a trabajar.
-      Pues chico, sigo sin entenderlo. Con este paraíso que tenemos aquí –en ese momento pasan junto a nosotros dos chicas espectaculares, camino de la piscina, que interrumpen las reflexiones de Ernesto. Me ofrece su vaso-. ¡Por el Hotel Montreal y por los placeres terrenales!
-    ¡Por el Hotel Montreal, por los placeres terrenales y… por nosotros, que no somos escritores! –brindamos.
-          Efectivamente: que el escritor siga trabajando, que nosotros viviremos por él.
-      Es curioso: tengo entendido que sus textos están plagados de espectaculares mujeres, aventuras inimaginables, piscinas de hoteles, playas…
-         … Y lo inventa todo desde su habitación.
-         Más o menos –aclaro.
-         Estos escritores están locos –comenta Ernesto, y apura su bebida.

 (Relato escogido para su publicación como Finalista en la publicación colectiva I Concurso de Microrrelatos Hotel Montreal, 2015).

2 comentarios:

  1. Pues si querido Antonio, la imaginación crea vida y nos da vida, es la forma de luchar contra la parca, escribir, escribir y escribir, como dice nuestro querido García Márquez.

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  2. Es el modo de seguir adelante, de disfrutar, de quejarse, de corregir, de vencer...
    En ninguna faceta de mi vida soy más libre, con diferencia, que cuando tengo delante el folio en blanco mítico.
    Todo depende de mí. En esos términos no puedo pronunciar esta frase en ninguna otra faceta de mi vida.

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