sábado, 19 de noviembre de 2016

AMOR DE VERANO


AMOR DE VERANO

 

 

Antonio J. Quesada

 

Siempre he tenido los pies en la tierra, o al menos eso creo. Tampoco puedo asegurar que nunca haya hecho nada que se saliera de lo normal: uno, a veces, comete locuras, realiza actos poco racionales o agarra una buena borrachera que no estaba en el guión, pero en líneas generales me tengo por un bonus paterfamilias, como dice el Código civil. Aunque ni me considero bueno ni soy padre de familia (¡vade retro, Satana!: lejos de mí la funesta manía de procrear).

Pero aquel verano hice cosas extrañas. No era tan joven, ya, aunque las cosas salen como salen. Y, con toda mi seriedad profesoral a cuestas, viví un amor de verano en toda regla. Un amor de verano de manual: Benicàssim, turista danesa, charlas en la playa (en inglés macarrónico no siempre compartido), besos furtivos a la orilla del mar, vuelta al hotel abrazados (compartíamos hotel: nada menos que el Hotel Montreal; esto facilitó todo), noche inolvidable, amanecer en pareja, desayuno compartido, días de playa, pasión y cenas con velas, adiós doloroso con promesa de reencuentro (en mi caso, con la banda sonora del Dúo Dinámico sonando en la cabeza: yo crecí –respetadme- con “Verano azul”), etc. Todo eso que se hace en un amor de verano.

Terminaron las vacaciones y la llamé alguna vez, al principio. Luego intercambiamos algunos correos electrónicos y, a día de hoy, pongo “me gusta” en sus entradas de Facebook. Algo que ella no hace con las mías, por cierto.


 (Relato escogido para su publicación como Finalista en la publicación colectiva I Concurso de Microrrelatos Hotel Montreal, 2015).

5 comentarios:

  1. Llegará un día en que, seguramente, él dejará de poner "me gusta" y, con el tiempo, se dará de baja como amigo. No la bloqueará, porque para eso debe existir algún sentimiento, y esto que hay, ya, es simple desinterés.

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  2. Conmovedor relato Antonio... felicidades ...

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  3. Gracias, querido Miguel... Ahí andamos, poniendo la lente a la vida a ver lo que sale. En este caso, un amor de verano. Abrazos muy fuertes,

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  4. Interesante relato Antonio, cuantos más medios de comunicación menos comunicación.

    Soy Rodrigo, por cierto.

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  5. Gracias, querido Rodrigo, por compartir estas complicidades creativas. La creación es lo que nos salva de la grisura del día a día... A ver si nos vemos, que tengo ganas de verte. Abrazos muy fuertes

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