miércoles, 31 de mayo de 2017

PRENSA ESCRITA

PRENSA ESCRITA

Antonio J. Quesada

El otro día, en una biblioteca pública, abrí prensa escrita no deportiva. Como me parece noticia, pues lo hago público por aquí, pues a ratos soy así como exhibicionista (como si esto que escribo le importara a alguien...). Hacía mucho que no abría un periódico de papel (exceptuando la prensa seria, la deportiva): aunque por naturaleza me atrae el gesto (leo hasta los tarros de gel o los paquetes de patatas fritas, de esos que te suben el colesterol y tal), antes de abrirlo ya sé quiénes escriben y sobre qué escriben, por lo que prefiero ahorrarme el euro y los céntimos que cobran, mancharme las manos con algo más que tinta y perder mi tiempo. Ellos van a lo suyo, yo prefiero ir a lo mío, ya saben: "aquí todo el mundo va a lo suyo menos yo, que voy a lo mío". Sí. Incluso he dado de baja en Facebook a todo lo que huela a prensa local, salvo a amigos.
Me llamó la atención que aquello que miraba estuviera plagado de desconocidos: ni conocía a los jefecillos políticos locales a los que entrevistaban a bombo y platillo, ni a los opinadores, tan canónicos incluso en la engolada fotografía, ni sabía, siquiera, de lo que hablaban (de un socavón en no sé dónde, de que no sé quién recibía una medalla por el círculo de empresarios, de cofrades o de empresarios cofrades, del domingo de no sé qué sopa en no sé qué pueblo, de la feria de la tapa en Villaconejos de Arriba...). Nada. Vivo en Marte y no me pesa.
Aunque sé lo que hay que saber: que mi buen amigo Pedro Moreno Brenes escribe los domingos, Antonio Gómez Yebra los sábados, y me dio alegría encontrar a Juan Francisco Ferré en la parte de opinión, pues me alegra encontrar a personas que merecen la pena en esos papeles.
Pero, por lo demás, prefiero seguir con mi prensa deportiva, mis libros (mi gran ventana: ahora, la biografía de Václav Havel) y mi mundo. Aunque no conozca a quien gestiona no sé qué en la Diputación, que seguramente mandará mucho por la cantidad de veces que le sacan estos papeles.
Me entró la risa floja: tiene que ser divertido leer todo esos papeles en alguno de los aeropuertos de Nueva York, Londres, París o Tokio. Por ejemplo.

2 comentarios:

  1. Querido Antonio me asomo a tu blog con la mirada cómplice del afecto; yo he convertido al mío en un espacio afectivo entre la poesía y la crítica; y siempre es grato encontrar la respuesta del lector, ese estar en silencio escuchando la respiración del otro. Abrazos fuertes.

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  2. Es un HONOR, querido José Luis, que pases por este patio de vecinos en el que inserto mis heterogéneas locuras... Un abrazo fuerte desde la complicidad,

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