Por algún sitio me planteé si no era yo alguno de esos bárbaros que esperaba Kavafis, y todavía no tengo respuesta, con lo que dejé al Maestro así como patas arriba.
Por otro sitio (y que no se enfade mi lector entre líneas particular, que no me refiero a "Poesía a instancia de parte", a la Colección Ancha del Carmen, etc...) incluí este poemita en el que aludo a posibles maldades que pueda haber cometido. Vivir es ir metiendo dedos en ojos, por lo que voy comprobando, y los míos están ya excesivamente hinchados, pero... ¿qué pasa cuando soy yo el que lo hace? Sinceramente creo que soy defensivo y nunca disparo primero, pero... la vida es complicada, y nosotros más.
Por si acaso.
Yo también (alguna vez)
No me idolatres,
inocente amigo,
que, aunque no soy perverso,
yo también tengo mi historia detrás.
Yo también,
alguna vez,
dejé muertos en la cuneta,
seguramente más valiosos que yo.
Yo también,
alguna vez,
di el tiro en la nuca
a quien,
por no temer nada de mí,
me daba la espalda con confianza.
Yo también cargo sobre mis hombros
mi propio cadáver, malévolo de tantas cosas que aprendió
(vivir acaba siendo
fabricar un cadáver que aprendió algunas cosas
y dejó de aprender tantas otras).
Yo también. Alguna vez, pero también yo.