lunes, 28 de diciembre de 2015

DE ANTIHÉROES, PURGATORIOS Y DEMÁS DEMONIOS FAMILIARES

Si algo terminas por aprender en la vida es que, pese a amores, amistades, cariños, conocidos, postizos más o menos decorosos, etc., lo que no resuelvas tú no vendrá nadie a resolvértelo. Lo que no bebas/vivas tú no lo beberá/vivirá nadie por ti. Y así con casi todo lo demás. Ya lo aseguraba el Maestro Machado:"¿Todo para los demás?, / Mancebo llena tu jarro / que ya te lo beberán".
Viene esto a cuento de que ayer decidí hacerme un bonito regalo, será que todavía no he llegado a ser del todo Ebenezer Scrooge. Porque sin mí no sé qué sería de mí. Y con la intención de empezar a solucionar una laguna importante: los dos tomos de memorias de Javier Salvago.
Su poesía me resulta muy afín (fue un placer escucharle en el Museo Picasso de Málaga: fui tan pudoroso como para no acercarme, al final; había mucha gente, además), pero todavía arrastro la indecorosa laguna de sus dos tomos de memorias. Dos joyas en el fondo (me consta, lo he leído por aquí y por allá) y en la forma (¡ay, Renacimiento de mi vida!).
Encargadas están y, si no me engaña el correo electrónico (por el que me llegan más mentiras que verdades, generalmente), el primero de los tomos ha llegado a la librería.
Ahora releo sobre la vida de Cernuda pero... me parece que seguiré por Sevilla durante una temporada.
No es mal sitio.

domingo, 27 de diciembre de 2015

UNO MÁS UNO NO SIEMPRE ES IGUAL A DOS

Recuerdo aquel cuento de Borges en el que dos personajes disfrutaban paseando solos, y se planteaban la posibilidad de quedar un día para hacer juntos ese solitario paseo. Si un misántropo se pega a otro misántropo no tenemos a dos personas: posiblemente tenemos dos soledades más o menos paralelas. Uno más uno no siempre es igual a dos.
En estos días de luces, comidas y no sé qué más, vuelvo a retomar la espectacular biografía de Luis Cernuda escrita por Antonio Rivero Taravillo. Y aunque soy un misántropo muy extrovertido (un misántropo tan celoso de su misantropía que no quiere ni que se conozca, casi, y por eso se le puede enseñar a las visitas, pues ni aparenta serlo), me encanta encontrar a alguien de la misma secta.
Y, como escribiera Lope de Vega, "A mis soledades voy, / de mis soledades vengo, / porque para andar conmigo / me bastan mis pensamientos". Ahí vamos, Cernuda y yo, tan cercanos y tan distantes, mirando extranjeros-extraños todo este jaleo navideño. Puede que con bastante de aquel "étranger" de Camus y/o de Juan Luis Panero.
Puede ser. He comprobado que, en la vida, casi todo puede ser.

viernes, 25 de diciembre de 2015

PUERTO HURRACO


A horas intempestivas (como lo hago casi todo en la vida, pues voy con el paso cambiado por casi todas partes), me encuentro en televisión con un reportaje sobre Puerto Hurraco. Puerto Hurraco, aquella pedanía de Benquerencia de la Serena, Badajoz ("Son de Badajoz", cantaban "Els Chunguits" hace años) que vivió la horrible matanza de 1990 y que pasó a simbolizar inmediatamente lo que es la España negra y eterna. Aquello, la verdad, lo tuvo todo: rencores, odios atávicos, sangres pasadas y heridas no cicatrizadas, venganzas, lindes, tiros con nocturnidad y alevosía, trastornos mentales, lutos, atraso...
Puerto Hurraco y sus pacíficas gentes quieren lavar esa mancha que llevan impregnada desde 1990, y mostrar lo que realmente son: un pueblo agrícola y trabajador que celebra sus fiestas, que ríe, descansa y que, desgraciadamente, ve cómo sus gentes van emigrando a buscar un futuro mejor a otras partes. Como tantos otros sitios. Pero bajo ningún concepto son una panda de asesinos fanáticos y atrasados que resuelve sus cosas a tiros, imagen con la que a veces parece que se les asocia. Por desgracia.
Les entiendo perfectamente, pero esa tarea tiene mala pinta. La justicia poética es casi la única en la que creo, pero tiene una "cara B" también potente: la injusticia poética. Convertirse en icono es lo que tiene: a ver cómo te quitas luego el disfraz que, voluntariamente o a la fuerza, te han colocado.
En fin, que Puerto Hurraco es un sitio tranquilo y precioso, como tantos otros de esta península, pero costará que más de uno y más de dos no hablemos, en ocasiones, de que por alguna parte "se montó un Puerto Hurraco", por ejemplo, para aludir a algo muy negativo. La injusticia poética es lo que tiene...
¡Ah! Feliz Navidad o lo que sea hoy. Tanto para los amigos de Puerto Hurraco como, por extensión, para los habitantes del resto del planeta (pues ya lo aseguraba la gran Lola Flores: que "el extranjero es mu'grande").






martes, 22 de diciembre de 2015

FELICES DÍAS

Se acercan los días de fiesta (Nochebuena, Navidad y todo lo demás), y este modesto servidor quiere desear lo mejor a todo el que leyera estas líneas. A los que disfrutan con estas celebraciones, que lo pasen fenomenal. Y a los que las soportan como se hace con las tormentas tropicales (vienen, no se pueden evitar, y toca ponerse a cubierto y prepararlo todo para que los daños sean mínimos, los menores posibles, y se sobreviva en las mejores condiciones), todo mi ánimo, mucho más redoblado, pues el trabajo es horriblemente más difícil que para el primer grupo de personas (para disfrutar siempre estamos preparados). Y, como el primer colectivo ya tiene de apoyo logístico a las televisiones, los bares, las luces de la calle, los amigos y demás, las loterías y todo eso que viene bien en estas fechas para estar como contentos, me solidarizo con el segundo grupo compartiendo a mi admirado Luis Cernuda, ese hombre tímido, solitario y creativo que nos regaló poemas insustituibles. Vayamos, con él, donde habite el olvido. Buen lugar para pasar a cubierto la tormenta tropical.
Disfruten mucho. Abrazos para todos,



Donde habite el olvido


Donde habite el olvido

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.


(Luis Cernuda)

domingo, 13 de diciembre de 2015

"LEYENDA DEL CÉSAR VISIONARIO"

Ayer tuve la suerte de comprar esta joya de Francisco Umbral. La tengo en edición de bolsillo, pero... ¿acaso podía resistirme a la primera edición de Seix Barral en este formato, cuando Seix Barral todavía publicaba como Seix Barral? Imposible.
La de veces que lo habré leído y... ya estoy con la nariz metida en él otra vez, disfrutando de la espectacular prosa de Umbral. Pero a veces la vida te ofrece regalos inesperados: suelo oler los libros de segunda mano (lo de meter la nariz en ellos es literal), y descubro que este ejemplar huele a tabaco negro.
No podía ser de otro modo: este libro huele a trinchera, a correajes, a paseos al amanecer, a mala leche de retaguardia, a prepotencias, a clericalismos, a casa de putas más o menos tolerada, a obispos, a comisarios políticos, a intelectuales politizados, a anís y, claro, también a tabaco negro. Inevitable.
Estoy todavía más a gusto con esta prosa, gracias a ese olor que me devuelve a aquella España que por el Imperio llegaba hasta Dios, como Bardem y Berlanga pretendían llevarnos a la felicidad por la electrónica.
Polémico Umbral: en todo caso, Maestro en la cosa esa de escribir, que no es juntar palabras.


sábado, 12 de diciembre de 2015

CAMPAÑA ELECTORAL: TE ACUERDAS, MARÍA, CUÁNTAS BANDERAS

Sigue la campaña electoral para las elecciones generales del día 20 de diciembre, porque casi todo en la vida sigue su curso. No cabe duda de que es bueno: por más que nos quejemos, y con razón, allá donde no existen partidos políticos la cosa es bastante más irrespirable. No hace falta poner ejemplos: "in claris non fit interpretatio", decimos los juristas (que, cuando queremos cargarnos de razón, saltamos al latín).
Podremos aburrirnos de tanta mediocridad en el ambiente, de tanta palabra prostituida o de la estatura y calidad de nuestros políticos (por otra parte, una secreción más de la sociedad: no pensemos que somos una sociedad perfecta con esa anomalía llamada "élites políticas", miren bien a su alrededor), pero siempre será mejor que si llaman a la puerta a las cuatro de la mañana sea el lechero.
Y como cada uno, en la vida, se consuela como puede y le dejan, en estos días yo me uno a los poetas y dejo a otras mentes más sabias los sesudos análisis con notas a pie de página, si fuese menester. En el fragor de los mítines, de la reorganización de la galaxia, de las banderas, de los gestos, me voy con los poetas. Permitan salir, por favor. Gracias, muy amables.
Y recuerdo aquel verso de Jaime Gil de Biedma, incluido en "Un día de difuntos", "te acuerdas, María, cuántas banderas…", escuchado ante la tumba de Pablo Iglesias (Iglesias "the real one", que diría Mourinho, no el muchacho de la coleta morada o no sé qué). Sobran banderas, seguramente, en el mundo, como sobran estatuas (entre las que sobran y las que faltan no nos aclararemos nunca). Pero nunca perdamos un referente ético y, si puede ser, estético.
Y recuerdo aquellos versos de Reinaldo Arenas (recuerdo de memoria, pues no tengo el texto delante ahora) en que hablaba de cómo se agitaban las masas, satisfechas porque cambiaba el nombre de sus estafadores. Y reflexiono el texto, porque no está mal reflexionar durante las campañas electorales (aunque nuestro imaginario parece asociar las campañas electorales con la falta de reflexión, hasta el punto de fijar una "jornada de reflexión" justo antes de votar).
Y recuerdo, y este recuerdo sí que me persigue en todo momento y allá donde vaya, aquellos versos míticos de la mítica "Praga" de mi admirado Manuel Vázquez Montalbán, cuando escribía: “mas no os fieis de mi entusiasmo / demasiado distante para creer / todos los días a todas horas / todos juntos”.
Sí, eso es, Maestro. La campaña electoral sigue y yo encantado, es la mejor señal. Pero... no os fiéis de mi entusiasmo, candidatos a lo que sea. Por si acaso.




 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

DESPUÉS DE TANTOS AÑOS... NUEVAMENTE "EL DESENCANTO"

La 2 se está convirtiendo en un refugio para lletraferits y culturetas de diversos pelajes, al menos a según qué horas (cuando dan un rato de asuntos propios al león y al elefante del documental del mediodía, que suelen ser siempre los mismos pero como muy nerviosos, y por eso parecen varios). No sé a quién se le ocurrió proyectar una película española a las diez de la noche, pero bendito sea el momento. Porque en este país también tenemos un cine de culto, que nadie lo olvide, y hubo un García Berlanga, y un Juan Antonio Bardem, y un Edgar Neville, y un Jaime Chávarri, y un Víctor Erice, y un...
Anoche pasaron "El desencanto". No sé la de veces que la habré visto, y cada vez vuelvo a disfrutar con tanta creatividad y tanto fin de raza astorgano. La seductora Felicidad Blanc; el loco canónico de la literatura española, Leopoldo María; el sobreactuado Juan Luis, cuya poesía se agiganta dentro de mí a cada paso, y el poeta a su pesar, Michi, llevan sus personajes a sus últimas consecuencias, o casi, delante de la cámara, y nos permiten volver a gozar con esos derroches creativos no siempre fáciles de digerir. Y, cómo no, volvimos a rematar a Leopoldo padre, el protagonista sin voz ni voto en esta historia: atado y envuelto, expuesto a las inclemencias del resto del mundo.
Anoche volví a sentirme inteligente durante hora y media. Y, por eso, quise salir a pasear con Juan Luis, para reencontrarme con Leopoldo padre.
Después de tantos años... nuevamente el desencanto.


 







lunes, 7 de diciembre de 2015

TREINTA Y CINCO AÑOS SIN JOHN LENNON


Hoy se cumplen treinta y cinco años sin John Lennon.
La historia se repite: como en tantas ocasiones (antes, y las que vendrán con el tiempo), un mediocre que no se representa ni a sí mismo, posiblemente, pone fin a la vida de un creador espectacular.
Hoy se cumplen treinta y cinco años sin John Lennon.


sábado, 5 de diciembre de 2015

MÁS O MENOS, YO



Se acercan los días de Navidad, esas fechas en que estoy más deshabitado que de costumbre. Esas fechas en que huyo más de lo normal, pues me incomoda tanta luz en la calle, tanta gente que dice cosas y te da palmadas (cuando era niño había quien me tiraba de los carrillos, incluso; hace tiempo que no me sucede, afortunadamente, pues no tengo edad), tanto grito y tanto papel de regalo de colores estridentes.
Y recuerdo un breve texto que alguna vez aporté para un libro colectivo, y que expresa ese sentimiento que me convierte todavía más en extranjero-extraño. Mi condición habitual, por otra parte, esté donde esté.
 

Yo

Yo,

militante de mí mismo, y solo a ratos,

paseando con las manos en los bolsillos

por calles y callejuelas.

Yo.

Quizá

tramando algo

(seguramente no).

Yo.

Girando en mi propia noria,

eso siempre. En todo caso.

Yo.
                                       (Texto inédito)

miércoles, 2 de diciembre de 2015

REALIDAD Y FICCIÓN

Entre la realidad y la ficción, no me cabe duda, me quedo con la ficción, que es otro modo de realidad mucho más armoniosa. Recuerdo que, cuando disfrutaba de "Crematorio", de Chirbes, y estaba encandilado con su espectacular prosa, salieron a la luz conversaciones de presuntos corruptos patrios hablando de ladrillos, yates, prostitutas, drogas y estas cuestiones, y certifiqué que la vida no suele estar a la altura de nuestras expectativas. Mil veces mejor la descripción de Chirbes que la mediocre realidad, obviamente.
Viene esto a cuento de que, todavía con el interés haitiano muy dentro (y lo que queda), he disfrutado en estos días de "El reino de este mundo", de lo "real maravilloso" y de la prosa barroca de Alejo Carpentier, un autor que tengo peligrosamente poco trabajado.

Me puede este texto: "Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En el Reino de los Cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de Tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo".


domingo, 29 de noviembre de 2015

BELLO PARÉNTESIS HAITIANO

Hace unos cuantos días que no lanzaba ninguna botella al mar de Facebook, e incluso alguno pensaría que me había ahogado en los mares del sur, que tanto me interesan como sitio de huida.
Había una razón de peso: he pasado unos días bellísimos como interviniente en el Festival Quatre Chemins, celebrado en Port-au-Prince, capital de Haití, durante esta semana pasada. Llevé a cabo diversas lecturas y encuentros creativos con un público muy sugerente y con poetas en lengua criolla (allí sonó el francés, más mal que bien por mi parte, pero in crescendo, el castellano, el criollo, el italiano y el catalán, incluso). He pasado unos días maravillosos, empapándome de la cultura haitiana, interviniendo en el festival y quedando con un recuerdo imborrable de esta estancia y con un hueco para Haití en mi corazón (gracias, amigos haitianos, Mèsi, zanmi ayisyen). Haití es una tierra hospitalaria a descubrir, y en estos días he intentado hacerlo.
Gracias, amigos del Festival, por la invitación. Ha sido un LUJO compartir lecturas con poetas en lengua criolla, así como conocer a Indran Amirthanayagam, un poeta maravilloso que se ha hecho un hueco muy interesante en mi altar de amigos creativos.
Hoy volví a Málaga, a seguir con el día a día. No queda otra: la razón la llevan los días laborables.
Lo sabemos todos.

martes, 17 de noviembre de 2015

EN EL AUTOBÚS

Lo tengo pensado y repensado: un autobús de línea antes de las ocho de la mañana es como un Máster de Filosofía donde no necesitas pagar matrícula alguna. No tienes más que pasar la tarjeta del bono y... comienza la sesión. Abre los ojos y aprende.
Me deslizo entre señoras que se quejaban de lo mal que funciona últimamente la línea y personas con la mirada perdida, a saber lo que les pasaría por la cabeza, y dirijo mis pasos hacia el final del vehículo (que es donde suele cocinarse lo mejor en un autobús). Asiento para cuatro. A mi lado, una chica escruta un tétrico manual vertebrado en torno a fotos de huesos y músculos, en inglés, escrito por un tal Muscolino, y me convence de que todavía existe la justicia poética (casi la única en la que creo, a estas alturas).
Frente a mí, una joven que no deja de mirar un móvil durante todo el trayecto (me bajé y allí siguieron, el teléfono móvil e, incluso, ella) y una pensativa chica con aspecto de funcionaria en espera de resolución de concurso de traslado (descendió, obviamente, en una parada ubicada frente a un organismo público).
Y yo, con mi amigo Mario Benedetti, camino de mi trabajo, tibiamente interesado en lo que me toca hacer hoy. En un determinado momento, Don Mario me regala ("Viento del exilio") el siguiente poema:

"La madurez
llega
con su relámpago
de sabiduría
cuando uno
ya no tiene
donde caerse
sabio"

Me bajé del autobús cuando me tocó bajar, como hace todo hijo de vecino.
Pensativo.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Con Juan de Mairena por Catalunya

Con Juan de Mairena por Catalunya

                                                                (Antonio J. Quesada)



Cuando uno ejerce como columnista de prensa intenta parecer ilustrado y sin pelo de la dehesa: aparenta que sabe lo que pasa en el mundo, cita la BBC, la CNN o algún periódico escrito de Nueva York o Londres, da a entender que conoce los trabajos del último politólogo de guardia en Berkeley o está “a la page”, que creo que dicen los franceses. Utiliza escrupulosamente las palabras de su tribu y emite las señales que se consideran correctas para seguir en su ronda de tertulias-columnas-opiniones-dogmas. Viviendo de la opinión, generalmente de vuelo gallináceo y plagada de tópicos, y defendiendo a su señorito, sea el que sea.
Intento que no sea mi caso: cumplidos los cuarenta años ya soy plenamente responsable de mi (más)cara y me gano la vida de otro modo, por lo que no debo recurrir a toda esa cacharrería para comer al día siguiente o para que me toquen palmas por aquí y por allá y me inviten a la Feria de Sevilla o a eventos oficiales. Nadie me va a quitar la columna en el periódico, pues no la tengo, y a estas alturas no busco el aplauso de nadie (estoy bregado en la indiferencia y el desprecio, no pasa nada por estar solo: no es novedad).
Recientemente, mientras en el Parlament de Catalunya rompen y/o fabrican patrias o no sé qué hacen exactamente, me fui de paseo con mi maestro Juan de Mairena por Catalunya, a inventariar los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa (en aquest cas, al carrer). Pasamos un buen rato, porque soy un gran amante de Catalunya i de la seva cultura. Y más todavía de mi Maestro, el incomprendido Mairena.
Hacíamos repaso de sucesos de actualidad en la zona, y ningún colectivo quedaba indemne. Por eso nos reservábamos para nosotros los comentarios, pues tampoco queríamos tener más líos de los que ya tenemos. Y, como ninguno de los gallos del corral salía bien parado de nuestros comentarios, teníamos todas las papeletas para que nos llovieran las tortas por todas partes.
Así, nos acordábamos de los soberanistas, y coincidíamos en que el patriotismo demasiadas veces (tampoco siempre) suele ser el último refugio de los canallas. Recordábamos cómo envolverse en banderas, esos trapos de colores que todo lo tapan, suele ser una huida hacia adelante para camuflar otros problemas (incluso corrupciones). Que si hay algo sagrado no es la Patria o la Unidad de la Patria o la Independencia de nuestra Patria, sino la democracia real y efectiva y el bienestar de la población (lo otro es convertir en metafísica una cosa administrativa). Que incumplir las leyes, abiertamente, no es una salida que suela tener visos de prosperar, y poco se construye de esa manera (pues la sartén la tiene por el mango otro). Que con menos del cincuenta por ciento de población a favor de una idea es muy atrevido lanzarse a todo trapo por ese camino (opción perfectamente respetable, por otra parte, pero no abrumadoramente mayoritaria). Que no nos gusta el concepto de nación, pues no es jurídico, y sí el de Estado, que sí lo es. Que aceptamos lo de la nación porque en fin…, pero que no nos gusta un concepto que parte de la base de que tú te consideras algo para que el resto del mundo te empiece a considerar también ese algo (pactamos, incluso, que a partir de ahora nos íbamos a considerar guapos a rabiar en todo foro en que alguien nos escuchara, a ver si así encandilábamos a las damas presentes, para que aceptaran nuestra condición de bellos).
A los no independentistas también los recordábamos, y pensábamos que había muchos que daban el abrazo del oso a la Patria, desde otro nacionalismo pero en sentido opuesto (la Unidad de la Patria es sagrada: no, amigos, sagrado es el bienestar de la gente, y luego lo articulamos administrativamente como sea). España, ese experimento que podía ser enriquecedor, es mucho más que Castilla y unos michelines folklóricos. ¿Por qué empobrecerla, reduciéndola a eso? La escasa sensibilidad hacia otras lenguas estatales y otras culturas estatales y, a lo mejor, hacia otras naciones dentro del Estado (¡ay, otra vez el concepto de nación, aplicado a España o a quien sea!), nos empobrece a todos. España no es un cortijo monolítico vigilado por la Guardia Civil, sino que debe ser un enriquecedor crisol, un rompeolas de lenguas, culturas, músicas y tierras. Debemos respetarnos, no tirarnos el concepto de Ley a la cabeza (ojalá lo hubiesen defendido con tanta firmeza en tantas otras ocasiones). Además, sería un grave error que, después de comprobar que casi la mitad de los votantes catalanes quiere directamente la independencia (no es un invento de Mas, esto, sino la utilización política de un sentimiento legítimo, se comparta o no), todo siguiera igual. Eso no puede ser: es un error y es injusto. Ya sabemos que hay que aplicar la Ley (ojalá la defendieran en todo caso con tanta vehemencia, repito e insisto), pero… ¿qué proyecto ilusionante se ofrece para estas personas que están en otra onda tan distinta, y a las que espero que no lancen al aigua? ¿No será que toca seducir y lo que quieren es violar, aunque siempre conforme a la Ley? Vencer, pero no convencer. No. No nos gusta eso. No. Ni a Mairena ni a mí.
Se está poniendo la cosa fea, porque no se ha sido capaz de reconducir la situación. Y en esta obra de teatro ya todos tienen su papel asignado en un guión con pinta de inamovible. Y seguirán como los teólogos del cuento de Borges: interpretando su papel y peleando hasta la muerte sin saber que ocupan el mismo cuerpo. Y Mairena y yo, incapaces de influir en lo más mínimo en todo este jaleo, sabedores de que lo primero que vuela en una guerra son los puentes (y de que todo combatiente te considerará del bando contrario), decidimos irnos a pasear por el puerto. Acercarnos a la mar, que no siempre es el morir, y enterarnos de cuándo sale el primer barco para donde sea.


 http://opinion2.tribunandaluza.es/antonio-j-quesada.html


sábado, 7 de noviembre de 2015

DE PASO




De paso

Siempre
extranjero.
Sempre
straniero.
Sempre
estranger.
Siempre
extraño.
Sempre
strano.
Sempre
estrany.
Siempre
integrado,
sin embargo;
pero
siempre
diferente.
Siempre de paso.
Liviano. Desconocido. Sin raíces.
Alguien que alguna vez llegó
sin organizar escándalo, como de perfil.
Alguien que todavía sigue por aquí
sin organizar escándalo, como de perfil.
Alguien que en algún momento partirá,
inevitablemente,
sin organizar escándalo, como de perfil.
Alguien
que pasó por aquí alguna vez
y ya está.
Alguien que estaba de paso.
Y no hay más.
Eso sí,
pasé
sin organizar escándalo
y,
eso sí,
pasé
como de perfil.
                           (Poema inédito que se publicará en un libro colectivo)