martes, 28 de julio de 2020

MIS TRABAJOS CIENTÍFICOS RELACIONADOS CON LOS CREADORES DE LA FAMILIA PANERO


https://www.sintesis.com/literatura-212/recepci%C3%B3n%20y%20canon%20de%20la%20literatura%20espa%C3%B1ola%20en%20el%20cine-ebook-2456.html

https://editorial.tirant.com/es/libro/leopoldo-maria-panero-los-limites-de-la-palabra-poetica-clara-isabel-martinez-canton-9788417706685


martes, 21 de julio de 2020

ABLUCIONISTAS

La página "Ablucionistas" recoge unos textos míos.
Todo un honor.

https://ablucionistas.com/antonio-j-quesada/?fbclid=IwAR1tybkjV-ZHlmX9k0Mr3-5Ucubek55mqT6-DguprGgjSy358oDgAs7_1bI


lunes, 20 de julio de 2020

RAZONAR EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

Se publica en el número 6 de la Revista "Cosas insignificantes" mi colaboración, "Razonar en los tiempos del coronavirus".
Todo un placer.

https://mega.nz/file/6gliXCia#kjOrOiol1uYhVUGou9XzyhwZNqFegi28ojnrmUM2f94



RAZONAR EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS


Antonio J. Quesada

El ser humano cree, en condiciones normales, que es capaz de controlar su existencia. Quizás porque en líneas generales, no puede negarse, suele ser así: cada vez vive más años y en mejores condiciones, se desplaza a mayor velocidad por este planeta mal llamado mundo, es capaz de razonar y de utilizar los avances científicos y de todo tipo en su propio beneficio, ve la muerte como una cosa lejana que, generalmente, sucede a otros, etc.
Pero todo eso puede ser engañoso.
Sí.
Basta que un volcán entre en erupción para que se tambalee esa pretendida certeza de que somos capaces de controlar plenamente nuestra existencia.
Basta que una ola gigante (ahora, de un tiempo a esta parte, siempre la llaman tsunami) se precipite sobre la tierra para que dudemos.
Basta que un animal desproporcionado nos agobie para que salten todas nuestras alarmas.
Basta que la enfermedad se cebe con nosotros para que nos descoloquemos. En tal caso, ni nuestros códigos (penales, civiles e inciviles) sirven para mucho, ni nuestro aparataje conceptual y filosófico nos salvan de la posible catástrofe, ni nuestros dioses suelen acudir velozmente en nuestra ayuda. Estamos en manos de sabios con batas blancas que, utilizando palabras griegas, hacen con nosotros lo que quieren, siempre por nuestro bien.
En todos esos casos estamos desnudos. Y somos muy pequeños (¿para qué sirven nuestros títulos académicos, medallas, galardones, etc., frente a esto?). Y, lo que es más complejo de asimilar, si uno no es completamente bobo, además es consciente de todo. Lucidez, amargo peso (“la lucidez lo arruinó todo”, escribí alguna vez en un poema justamente olvidado).
Estábamos haciendo planes sobre viajes, vacaciones, relaciones personales, trabajo… Y en eso llegó el coronavirus.
Y dio la vuelta a todo. No quedó más remedio que ser conscientes de nuestra pequeñez. Asumir que ese bicho malvado era capaz de paralizar nuestra vida, de encerrarnos en casa y de lograr que economizáramos besos, abrazos y todo eso que hace la vida más soportable y, a ratos, incluso bonita.
¿Seremos capaces de seguir pensando que somos dioses? No. No es posible. Ya no. El bicho nos priva del placer, pero espero que no nos prive de la necesidad de gozar.
Pero, en todo caso, razonar en los tiempos del coronavirus exige ser consciente de que algo se ha quebrado. Ser conscientes de nuestra pequeñez.
Y, cómo negarlo, de que el fuego sagrado nos ha sido arrebatado. Si es que alguna vez fue nuestro.

sábado, 18 de julio de 2020

ENTREVISTA A SEBASTIÁN GÁMEZ MILLÁN

https://cafemontaigne.com/la-poesia-y-el-arte-se-transforman-en-canto-y-celebracion-entrevista-a-sebastian-gamez-millan-con-motivo-de-meditaciones-de-ronda-joaquin-albarracin-de-la-rosa/literatura/admin/

sábado, 11 de julio de 2020

GUERRA

La guerra vivida en primera persona...
Impactante.

https://josedavidaguayogaliot.blogspot.com/2013/01/cortometraje.html?m=1&fbclid=IwAR1A4V80j2c9vWvu17zN4tkeuLeI43bnCxuTsJt73vDA6BYRIZM4ASMnK94

domingo, 5 de julio de 2020

YO TAMBIÉN NECESITO LOS HUEVOS (ENSOÑACIONES ALLENIANAS)

YO TAMBIÉN NECESITO LOS HUEVOS
                                                                                                                                  Antonio J. Quesada

Hace bastante tiempo que no escribo. Bueno, tampoco es exacto, pues es inevitable en un “lletraferit” que por aquí o por allá caiga algo. Además, me traigo entre manos un poema inspirado en una vivencia personal, como sucede con otros tantos, aunque maleado por la diligencia creativa. Nació tras conversar con “Tijeritas”, aquel cantante de Calle Los Negros que era tan famoso durante mi infancia. Mas no cabe duda de que escribo poco. Tampoco se caerá el mundo.
Pese a ello, estoy incubando cosas. Abriendo paréntesis a las tareas de trabajo y a la supervivencia leo mucho, reflexiono (aunque callo: no quiero líos), disfruto del buen cine, escucho música digna y soy como me gusta ser: alguien que vive vuelto hacia su interior. Sí: siento que crezco, aunque será nuestro secreto.
Si algún día me pongo a escribir algo, inevitablemente todo eso que está metabolizado saldrá. Me interesa la idea: no sé si me atrae lo que escribo, pero me atrae (y mucho) lo que metabolizo.
Si lo escribo, será un homenaje a mí mismo. Si se publicara, hipótesis remota, será un homenaje a quien le apetezca leerme.
Ahora que lo pienso, hay que ser presuntuoso para pensar que lo que uno escribe le interesa a alguien. Sí. Pero… en el fondo, un creador no puede evitarlo. Sucede como en aquel mítico chiste que nos recordaba Woody Allen: un señor comentaba con otro que su hermano estaba mal de la cabeza, y pensaba que era una gallina. “Internadle en un centro psiquiátrico inmediatamente”, sugería el contertulio, a lo que el señor que confesaba el problema familiar contestaba, muy diligente: “No es posible: necesitamos los huevos”.
Sí. Yo también necesito los huevos.

                                               (Entrada de un Diario inédito que escribo)