sábado, 26 de agosto de 2023
"PEQUEÑO CANTO A LA SEQUEDA" (LEOPOLDO PANERO)
jueves, 20 de julio de 2023
POEMAS "NOSOTROS"
Nosotros
Faltos de calor humano,
vivimos bajo un cartón
mi compadre Juan y yo.
¡Qué digo, compadre!
¡Hermano!
La vida nos dio de lado.
La vida y su personal.
Nos acogió el soportal.
Y aquí andamos, mano a
mano.
Tuvimos vida anterior.
Existió: nadie lo duda.
Mas toda aquella fortuna,
todo aquello, ya pasó.
Sólo nos queda, hoy, la
calle.
Sobrevivir, ¡qué patraña!
La vida: mucha montaña.
Mucho monte y poco valle.
Y habremos de hacer
camino.
¿Acaso existe otra
opción?
Mientras hay respiración
traigan pan y no mal
vino.
Faltos de calor humano,
vivimos bajo un cartón
mi compadre Juan y yo.
¡Qué digo, compadre!
¡Hermano!
(Antonio J. Quesada: poema extraído de la plaquette "Un hombre que espera quién sabe qué", Jákara Editores, 2021)
martes, 14 de febrero de 2023
CONVERSACIONES DE AUTOBÚS
Los amigos de la Revista Refugios publican mi relato "Conversaciones de autobús", homenaje al autobús, leal compañero de batallas, y a José María Prieto, querido y admirado amigo y Poeta.
https://refugiosrevistacul.wixsite.com/refugios/single-post/conversaci%C3%B3n-de-autob%C3%BAs?fbclid=IwAR0O83Ry2tIqFrHKwnSzhIjUXzutAsS0pcqiT75HnnpmborhWGfa1bqQiqw
CONVERSACIONES DE
AUTOBÚS
Antonio J. Quesada
A mi gran amigo el Poeta José María Prieto
En el autobús escucha uno cada cosa...
- Disculpe, ¿es usted el poeta Aurelio J. Quintana? -me llamó la atención que
la señora le llamara Aurelio “Jota” Quintana, reconociendo el derecho a la vida
de la jota intercalada.
- Sí, pero no se preocupe, que me estoy quitando. Ya casi no ejerzo... -respondió
el poeta reconocido, con tono burlón.
El poeta de la jota intercalada sonrió, intercambió algunas palabras con la
señora y siguió enfrascado en “Teoría y ejemplo”, libro de José María Prieto. “Exquisito,
exquisito”, repetía de vez en cuando, y levantaba la mirada del libro, reflexionando
sobre el texto que acababa de leer. Disfrutando.
El autobús continuó su trayecto y la vida siguió su curso. Aurelio Jota Quintana
permaneció ensimismado con el libro de Prieto. La señora descendió un par de
paradas después de su breve conversación y yo seguí leyendo el “Marca” (el
entrenador del Real Madrid acababa de anunciar que no seguiría la próxima
temporada: menuda faena). Fiel a mi otra gran pasión, debo reconocer que también
inventariaba discretamente a todas las chicas que la vida ubicaba cerca de mi
asiento.
Escucha uno cada cosa en el autobús...
martes, 24 de enero de 2023
"El Derecho desde otra óptica: la cultura como cristal con que se mira"
Se publica el libro "El Derecho desde otra óptica: la cultura como cristal con que se mira". Es el primer volumen de la Colección "Cultura y Derecho", que coordino en Editorial Colex, y se un gran placer tenerlo ya aquí.
https://www.colex.es/libros/derecho-desde-optica-cultura-cristal-mira-3667
La Introducción a este bello trabajo es la que sigue.
INTRODUCCIÓN
Escribir
una introducción o un prólogo para un libro no es tarea fácil. Sobre todo, si
ese libro inaugura una colección que pretendemos que sea vigorosa y nos
conducimos entre dos aguas tan turbulentas como la de la Cultura, con
mayúsculas, y la del Derecho, también con mayúsculas.
Dejó
dicho Azorín, en alguna ocasión, que él no escribía prólogos. Y motivaba con creatividad
su negativa, pues añadía que “los prólogos no sirven para nada. Si el libro es
bueno no necesita prólogo. Y si es malo se hunde a pesar del prólogo”. Estas
palabras no estaban pronunciadas al azar, sino que Azorín se vio entre la
espada y la pared cuando Ernesto Giménez Caballero le solicitó un prólogo para
su libro “Notas marruecas de un soldado”. El Maestro, que de tonto no tenía un
pelo (por eso era Maestro), intuyó que con ese libro EGC iba a ir derechito a
la cárcel, y debió de pensar que él ya estaba muy viejo para acompañar a la
gente a según qué sitios. Por eso consideró más económico que solamente
pusieran entre rejas a uno y no a dos, y salió por los cerros de Úbeda, que no
es mal sitio para salir. Pero la frase es buena y debe meditarse.
También
se cuenta que mi admirado Rafael Alberti, en la puerta de entrada a su
domicilio romano de Via Garibaldi, 88,
había colgado un cartel en el que se podía leer: “no se escriben prólogos ni se
conceden entrevistas”. En perfecto castellano, para que no hubiera duda.
Un
servidor, sin embargo, que no puede compararse con estos grandes de la
Literatura española (aunque peregrine a Via Garibaldi, 88, cada vez que
recala en su amada Roma), sí que escribe prólogos e introducciones de vez en
cuando (generalmente para libros que existen). Y la presente introducción la
escribe con especial felicidad.
Sí.
Así es. Porque estamos dando a luz un proyecto maravilloso, y porque este
primer libro está a la altura del tipo de productos que queremos que tenga
continuidad en esta colección. Preguntaron en cierta ocasión a Juan Rulfo que
por qué había escrito “Pedro Páramo”, y el genial autor respondió que quería
tener ese libro en su estantería, pero no existía, y no le quedó más remedio
que escribirlo él. Sí, de alguna manera es nuestra filosofía: intentaremos
escribir y publicar libros que nos atraigan como lectores, en los que la
Cultura y el Derecho paseen de la mano por la Calle Mayor bardemiana,
para que toda la ciudad pueda verlos y darles las buenas tardes. Somos felices
consumidores de nuestros productos, y… estamos deseando sentarnos, ya, a la
mesa.
Partimos
de la base de que la mayoría de los autores de nuestros trabajos se dedica al estudio
del (y al trabajo con el) Derecho, por supuesto. Pero… hay muchos modos de ser
y de estar en la vida. Y estas personas dedicadas al Derecho a las que aludo
son conscientes de dos argumentos muy interesantes: 1- que en ocasiones no se
puede entender alguna cuestión jurídica, o sería más complicado entenderla, sin
atender a ciertos elementos de tipo cultural. 2- Que en ocasiones no se puede
entender cierto fenómeno cultural o a cierto creador sin atender, de algún
modo, al Derecho en alguna de sus manifestaciones. La carretera permite
circular en ambos sentidos, por tanto, y la conexión es potente y
clarificadora.
Hacemos
un gran favor al mundo del Derecho (¿al mundo, en general?) introduciendo
oxígeno cultural en él. Pero no nos quedamos ahí: estamos, con nuestras
reflexiones, colaborando en la correcta comprensión de algún fenómeno jurídico
o cultural con las armas del otro ejército. Y eso clarifica y enriquece, como
casi todos los mestizajes. Los mestizajes suelen ser fructíferos, y nosotros
llevamos el mestizaje en nuestro ADN. Además, estamos convencidos de que con
nuestra óptica se inocula cultura en el auditorio jurídico y en la sociedad,
algo de lo que siempre estamos muy necesitados. Un simple repaso por los
nombres de las personas implicadas en esta Colección da una idea de la entidad
y filosofía de la misma. Cada libro que se publique será una fiesta
jurídico-cultural, sin duda.
“El
Derecho desde otra óptica: la cultura como cristal con que se mira”,
primer libro de nuestra colección, es un libro mestizo en todos los sentidos.
Es un libro cuyo hilo conductor, sin duda, es el Derecho. Es un libro cuyo hilo
conductor, tampoco cabe duda, es la Cultura. Es un libro en el que comprendemos
que, sin una de estas vertientes no se entendería adecuadamente la otra. Todo
está unido y… comprenderemos plenamente cada trabajo si somos conscientes de
que sin Cultura o sin Derecho dicha comprensión sería imposible.
Por
este libro pasean Jaime Gil de Biedma, Eduardo Mendoza, Pier Paolo Pasolini,
Sade o José María Souvirón, entre otros creadores, y descubriremos en qué
medida se acercaron al Derecho, el Derecho se acercó a ellos o cómo entender
mejor tal o cual detalle u obra gracias al mismo. Detalles en los que, en
bastantes ocasiones, a lo mejor no se había reparado. Con este libro iremos
también al cine, para remirar con otros ojos aquello que ofrece la pantalla
grande y que vemos con los ojos inocentes de Totò en “Cinema Paradiso”, pero
donde también ejerceremos de Alfredo, sosteniendo una mirada más madura. Sigue
el enriquecedor mestizaje, por tanto. Lo tenemos muy meditado: los profesores
de Derecho que trabajamos con cine en nuestra labor profesional amamos tanto el
cine como fin que intentamos, incluso, utilizarlo como medio en nuestro día a
día académico. En el presente libro no escaparemos de la vida real y
reflexionaremos sobre la historia y la memoria, sobre nuestra amada Filipinas
(ese bello país hermano en el que se adentra uno en alguna ocasión y ya no sale
jamás), sobre la guerra y el patrimonio cultural, sobre inmigración y cine (un
auténtico subgénero dentro del género, pues al cine nada de lo humano le es
ajeno), sobre la importancia de la libertad religiosa en la obra de un creador
concreto (derecho fundamental cuyos límites son muy actuales en una sociedad en
la que el multiculturalismo debe entenderse adecuadamente o mal camino
tomaremos), sobre la magistral obra “Gernika”, de Pablo Picasso, y cómo es
esencial remirarla con ojos jurídicos, a la vista de la vida y milagros que ha
tenido el cuadro y que exceden de un magistral lienzo colgado en un museo.
Entre otros temas, claro.
Prologar
este trabajo, este primer trabajo de la colección, es un placer y, ante todo,
un honor. Estoy convencido de ello, porque… uno es muy kantiano para todo en la
vida, y es un placer y un honor escribir estas palabras iniciales de un libro
que, como lector, me parece apasionante. Soy lo suficientemente hábil, a mis
años, como para poder salir del paso con diplomacia ante tal o cual situación
que pudiera incomodarme, pero también soy lo suficientemente honesto, a mis
años, como para no ser capaz de vender crecepelos científicos en el Oeste. Por
ello, si no fuese apasionante este libro que prologo, supongo que se hubiera
notado en mis palabras.
Pero
es, ciertamente, apasionante profundizar en cada tema de los que encontrarán a
partir de ahora, amables lectores. Y como lo que debe hacer el señor o la
señora que ofrece la información meteorológica es, además de proporcionar las
explicaciones imprescindibles para transmitir si hará sol, lloverá o se mantendrá
el inevitable anticiclón en las Azores, permitir que los espectadores vean el
mapa y saquen sus propias conclusiones, lo mejor que podemos hacer es poner fin
a estas líneas y permitir que ustedes disfruten del mapa y no de mi imperfecta
geografía corporal.
Merece
la pena disfrutar de esta obra. Pasen la página, gocen con la lectura y…
perdonen a este prologuista si en algún momento ha tapado demasiado el mapa con
sus explicaciones.
Antonio J. Quesada Sánchez
Director de la Colección “Cultura y Derecho”
sábado, 14 de enero de 2023
CIUDADES, LEYES Y LETRAS
Un blog para no perderse. Además, agradezco el generoso guiño que se me hace en esta entrada.
https://ciudadesleyesyletras.blog/2023/01/03/diarios-dispersos-algo-mas-sobre-literatura-y-derecho/
lunes, 2 de enero de 2023
RECORDANDO A ÁNGEL DOCTOR
RECORDANDO A ÁNGEL DOCTOR: INTERLOCUTOR
Antonio J. Quesada
Ha
muerto Ángel Doctor y… todavía no me he repuesto de la horrible noticia. Ni me
repondré: de estas noticias no se repone uno nunca.
Vienen
a mi mente tantos buenos momentos que me queda un vacío importante en el alma. Conocí
a Ángel por sus escritos, como él me conocía a mí por los míos: ambos
pertenecíamos a lo que yo, con mi humor habitual, llamaba “los colgados del
Diariolatorre”, pues los columnistas estábamos como flotando en la web, colgados,
ofreciendo nuestros escritos a todo lector que se pusiera a tiro, que es lo que
debe hacer un columnista de raza (¿se puede decir esto, ahora, o se me acusará
de algo por alguna parte?).
Recuerdo
que, en aquellos tiempos, no estaba de acuerdo con él en casi nada pero… sentía
una vibración positiva hacia ese columnista que me obligaba a pensar y lo hacía
con un estilo que me agradaba. Me gustaba aquel señor que escribía bien todo
eso con lo que yo no estaba de acuerdo. Con el tiempo, y sin necesidad de
cambiar de ideas ni de intuiciones (sino más bien siendo exquisitamente fiel a
ellas), sin necesidad de doblar las banderas, como apuntara Luis García
Montero, fuimos acercándonos por aquí y por allá.
Cuando
nos conocimos en persona la complicidad fue instantánea. Un tesoro. Ángel era
de esas personas de las que aprender y con las que gozas. Nos enseñó la “gauche
divine” que la cultura puede ser sexy y que la conversación puede ser un Arte,
si uno es gentil con el interlocutor, y con Ángel era así. “Lo que no se puede
en la vida es ser coñazo”, repetía Michi Panero a quien le oyera, y lo tengo
muy interiorizado. Ángel era un lujo.
Juntos
rememoramos aquella Catalunya que amábamos, tan distinta de la actual (aquello
ya no volverá, si es que existió tal y como la pensábamos), y sus andanzas
creativas de muy alto nivel por tan bellas tierras.
Fotógrafo
excepcional, era un artista de la cámara (un fotógrafo no es quien hace selfies
o toma fotos de los pies en la playa o amaneceres en el paseo marítimo, sin más).
Alguna vez, en un ratito de complicidad, le dije que su arte no era para
fotografiar a tantos políticos, y nos reímos con aquello. Él podía haberme
dicho que yo vivía de explicar la compraventa a chavales que no quieren
escucharla, en vez de charlar sobre Pier Paolo Pasolini o Manuel Vázquez
Montalbán, y hubiese tenido toda la razón.
Ángel.
Querido Ángel. Cada día reconozco a menos interlocutores. Soy muy selecto, que
no clasista. Si detecto a arribistas, engolados, creídos, prepotentes o
personas con mal fondo, no me siento con ellos ni a tomar café, y por eso me
gusta decir que dialogo más con obras de arte (libros, películas, músicas) que
con personas. Mis interlocutores son pocos, cada vez menos, pero fieles, y
estar con ellos es un regalo.
Ángel
era un interlocutor, aunque nos viésemos muy poco. He perdido a una persona de
las que hacen que la vida sea digna de ser vivida.
Donde
yo esté, amigo Ángel, estarás tú. Descansa en paz.