miércoles, 24 de junio de 2020

RELATO "COMO SIEMPRE"

Mi relato “Como siempre”, ha sido publicado en “El exilio interior. Palabras contra la soledad”, Fundación Rafael Pérez Estrada, 2020, pp. 117-118.

https://fundacionrafaelperezestrada.com/index.php/2020/06/24/ya-disponible-la-descarga-del-ebook-el-exilio-interior-palabras-contra-la-soledad/?fbclid=IwAR1O7_LlJFyd7oOtcKgFUlycx1_sfcwMJeM_ycS9vRo3W12imYbisn_-2rU
T
odo un HONOR.

 
COMO SIEMPRE

Antonio J. Quesada

Como todo hijo de vecino, estoy en estos días confinado en casa. Son tiempos duros de guerra contra el coronavirus. Pero es imprescindible ganar esta guerra para volver, de algún modo, a recuperar nuestra vida anterior.

En casa tengo todo lo que mi alma necesita: mis libros (sin escapadas a bibliotecas y librerías, también es verdad), mis películas, mis músicas, etcétera. Todo: todo eso que mi mundo interior exige para ser persona está aquí. Es como un muro protector. “The Wall”, le llamo.

En ocasiones algún amigo me pregunta que cómo estoy, en estas duras condiciones, y siempre contesto del mismo modo: estoy como siempre. Con la libertad de movimiento restringida (ir al supermercado o a tirar la basura es una auténtica aventura en los Mares del Sur), pero en lo que toca a mi vida interior, la esencial (la que me permite ser y estar), estoy como siempre.

Sartre dijo alguna vez que jamás fue más libre que en el París ocupado por los alemanes. Le entiendo. Soy más libre confinado que muchas personas que necesitan el mundo exterior para ser felices.

¿Cómo estoy? Pues con mi vida interior: como siempre.

viernes, 12 de junio de 2020

EL NOMBRE DE LA ROSA

En el número 5 de la Revista Baladí (2020) se publica mi poema "El nombre de la rosa" (http://online.fliphtml5.com/ksjbo/nqjj/?fbclid=IwAR10sTFYzC-61woIWaFQ1ygVZCJRGFmxbjaVqsskGpAQ3sP17-Q1EML5-sE#p=1).
Todo un HONOR y un placer.



El nombre de la rosa
De la rosa únicamente quedará el nombre.
Los malos momentos vividos
no serán más que traducciones a palabras
y alguna sensación descolorida
(es decir,
casi nada).
Las personas malvadas
no serán más que nombres que no querremos recordar
de una agenda inservible,
y algún desvaído rostro
que recortaremos de las fotografías.
Aquellos desagradables recuerdos,
hoy,
cuando cometemos la descortesía de convocarlos,
simplemente
sirven para revivir miserias
(que es como vivirlas, pero menos).
Y de todo aquello tan prescindible
solamente quedará algún vocablo que merece la preterición.
De la rosa, sí, únicamente nos quedará el nombre.
                                                                 (Antonio J. Quesada)