La 2 se está convirtiendo en un refugio para lletraferits y culturetas de diversos pelajes, al menos a según qué horas (cuando dan un rato de asuntos propios al león y al elefante del documental del mediodía, que suelen ser siempre los mismos pero como muy nerviosos, y por eso parecen varios). No sé a quién se le ocurrió proyectar una película española a las diez de la noche, pero bendito sea el momento. Porque en este país también tenemos un cine de culto, que nadie lo olvide, y hubo un García Berlanga, y un Juan Antonio Bardem, y un Edgar Neville, y un Jaime Chávarri, y un Víctor Erice, y un...
Anoche pasaron "El desencanto". No sé la de veces que la habré visto, y cada vez vuelvo a disfrutar con tanta creatividad y tanto fin de raza astorgano. La seductora Felicidad Blanc; el loco canónico de la literatura española, Leopoldo María; el sobreactuado Juan Luis, cuya poesía se agiganta dentro de mí a cada paso, y el poeta a su pesar, Michi, llevan sus personajes a sus últimas consecuencias, o casi, delante de la cámara, y nos permiten volver a gozar con esos derroches creativos no siempre fáciles de digerir. Y, cómo no, volvimos a rematar a Leopoldo padre, el protagonista sin voz ni voto en esta historia: atado y envuelto, expuesto a las inclemencias del resto del mundo.
Anoche volví a sentirme inteligente durante hora y media. Y, por eso, quise salir a pasear con Juan Luis, para reencontrarme con Leopoldo padre.
Después de tantos años... nuevamente el desencanto.
Anoche pasaron "El desencanto". No sé la de veces que la habré visto, y cada vez vuelvo a disfrutar con tanta creatividad y tanto fin de raza astorgano. La seductora Felicidad Blanc; el loco canónico de la literatura española, Leopoldo María; el sobreactuado Juan Luis, cuya poesía se agiganta dentro de mí a cada paso, y el poeta a su pesar, Michi, llevan sus personajes a sus últimas consecuencias, o casi, delante de la cámara, y nos permiten volver a gozar con esos derroches creativos no siempre fáciles de digerir. Y, cómo no, volvimos a rematar a Leopoldo padre, el protagonista sin voz ni voto en esta historia: atado y envuelto, expuesto a las inclemencias del resto del mundo.
Anoche volví a sentirme inteligente durante hora y media. Y, por eso, quise salir a pasear con Juan Luis, para reencontrarme con Leopoldo padre.
Después de tantos años... nuevamente el desencanto.
Sin duda Antonio, tal y como andan los ríos del conocimiento, tan turbios...tuviste la suerte de coger una buena pieza, "El desencanto" que no la veo hace muchísimos años y que fue una de las películas que marcó mi adolescencia, sin duda he de volver a verla pronto, gracias por inquietar mi espíritu...un abrazo amigo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, querido Víctor. Me enteré por casualidad de que la pasaban en televisión, y... no lo pensé. Quería remirarla desde hacía tiempo, y no encontraba el momento. Y... ¿sabes? Hay que buscar el momento, merece la pena. Abrazos muy fuertes,
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1708655809350451&id=100006181456844&comment_id=1708719312677434&reply_comment_id=1708727709343261¬if_t=feed_comment
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