Hay quien dice que no se fía de la presunta muerte de un noble, de un militar de alta graduación o de cualquier otra persona de orden hasta que no ve la esquela en ABC. Yo hoy me enteraba, por la necrológica de "El País", del fallecimiento de Juan Antonio Carrillo Salcedo, persona que no necesita presentación, pues su actividad científica y creadora le preceden.
Me han venido a la mente tanto el curso de verano que hice con él en la UIMP, en Santander, con varias anécdotas entrañables, como el encuentro que tuvimos en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga, años después, acompañados, por cierto, de Lorenzo Silva. Mi Patria es mi memoria: recuerdos imborrables, ambos.
Generalmente este blog es más o menos bullanguero, ya nos conocemos. Hoy, sin embargo, se tiñe de luto y luce el alma a media asta.
Descanse en paz, Maestro. Gracias por todo.
Generalmente este blog es más o menos bullanguero, ya nos conocemos. Hoy, sin embargo, se tiñe de luto y luce el alma a media asta.
Descanse en paz, Maestro. Gracias por todo.
Y como toda persona verdaderamente grande... ¡qué sencillez! Extraño en este país de mediocridades en el que, como escribiera Luis Cernuda ("Desolación de la quimera"), "todo nace muerto, / vive muerto y muere muerto".
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