Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero
hijo de padre borracho
y hermano de un suicida
perseguido por los pájaros y los recuerdos
que me acechan cada mañana
escondidos entre los matorrales
gritando por que termine la memoria
y el recuerdo se vuelva azul, y gima
rezándole a la nada porque muera.
(De "Esquizofrénicas o La balada de la lámpara azul")
Al final el suicida permitió que fuese la vida la que lo suicidase. Es fácil, y ya le dijo antes alguien a la vida: "ya que me maltratas, no te voy a dar el gusto de evitarte tener que matarme. Ya que me tratas tan mal, termina tu trabajo y mátame".
ResponderEliminarSeguramente era un suicida con tibia vocación (Joaquín Sabina aludía en cierta canción a un "suicida sin vocación": no me atrevo a ser tan categórico).