Dentro de una semana, el 14 de agosto, "El libro errante", la excelente librería de segunda mano que mi amigo Miguel Ángel instalara en Calle Júcar, allá en La Paz (frente a la antigua Flex) deja de estar abierta al público.
No es exactamente un adiós, pues sigue trabajando por la red (http://www.libroerrante.com), pero no cabe duda de que los aficionados a mirar y remirar libros, a olerlos, a escrutar estanterías en busca de eso tan bueno que siempre esperamos, estamos en horas bajas. Cada vez que una librería cierra somos un poco peores. Sobre todo si quien está al frente es un librero, y no un vendedor de libros (se puede vender libros como se puede vender zapatos, zumos multifrutas, relojes, macetas o bragas de cuello vuelto). Es el caso: Miguel Ángel es librero, no vendedor de libros.
Si leen estas líneas les recomiendo que pasen a disfrutar de ese clima de librería de segunda mano antes de que termine (como antes decía, en Calle Júcar, en La Paz, frente a la antigua Flex).
Además, Miguel Ángel tiene los libros en estos últimos días a mitad de precio (si no fuera por la causa... sería para dar botes; en cualquier caso, Miguel Ángel siempre ha tenido precios muy razonables).
Sin duda no es un adiós, pero... no deja de ser un cambio que apena a los adeptos a la secta de los libros.
Gracias, Miguel Ángel, por ese asilo cultural que nos diste durante este tiempo y... nos vemos por la red.
EN efecto, es una gran pérdida; le deseo la mejor de las suertes en esta nueva etapa por internet
ResponderEliminarSin duda que va a hacer su acostumbrado buen trabajo... pero echaremos de menos los ratillos de trabajo de estantería, tan gratos siempre,
ResponderEliminarun abrazo, querido Pedro