Leí "El reino de este mundo" después de volver de Haití. Fui para allá a llevar a cabo unas actividades literarias que resultaron gozosas, como bien conocen mis amigos, y a empaparme de Caribe.
A mi vuelta leí otros textos, más histórico-científicos y políticos, sobre Haití, pero fiel a mi modo de ser y de estar, cada día estoy más convencido de la bondad de las buenas obras creativas para gozar y, también, para aprender sobre un tema. Por eso, el recuerdo de este libro de Carpentier fue especialmente imborrable.
Ayer compré el libro (soy usuario compulsivo de las bibliotecas públicas, no lo tenía en casa), así que... cualquier día vuelvo a Haití de la mano de Carpentier.
Inmejorable compañía para disfrutar de una gran obra y, también, para volver sobre aquellos bellísimos días gozados por aquellas zonas.
A mi vuelta leí otros textos, más histórico-científicos y políticos, sobre Haití, pero fiel a mi modo de ser y de estar, cada día estoy más convencido de la bondad de las buenas obras creativas para gozar y, también, para aprender sobre un tema. Por eso, el recuerdo de este libro de Carpentier fue especialmente imborrable.
Ayer compré el libro (soy usuario compulsivo de las bibliotecas públicas, no lo tenía en casa), así que... cualquier día vuelvo a Haití de la mano de Carpentier.
Inmejorable compañía para disfrutar de una gran obra y, también, para volver sobre aquellos bellísimos días gozados por aquellas zonas.
PD: "El reino de este mundo". Siempre me encantó este título. Además, cada día estoy más convencido de que, por cualquier parte que me mueva, mi reino no es de ese mundo.
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