lunes, 14 de agosto de 2017

El Desencanto después de tantos años (EN ASTORGA, EL AÑO PASADO)

En Astorga Redacción se hicieron eco de mi conferencia del año pasado en la Casa Panero de un modo muy extenso. En los diarios leoneses del día hubo más atención que la que mis actividades culturales han tenido durante años en la prensa malagueña.



 El profesor Antonio Quesada habló en su conferencia 'La caterva infiel de los Panero o la apuesta total y sugerente por la creación' de la posible influencia que han tenido los distintos miembros de la familia Panero en los jóvenes creadores, así como también en el imaginario colectivo, viendo un poco las peculiaridades de cada uno de ellos. 


La conferencia tenía lugar en el contexto de las jornadas de la Cátedra de Leopoldo Panero de la Universidad de Laguna. Antonio Quesada también habló de las posibles influencias de las películas de ‘El Desencanto’ y ‘Después de tantos años’, que en algunos casos han sido para bien y en otros no tanto. Cómo han modificado estas películas la manera de verlos y de verse, de ubicarse en el mundo; como ambas películas han influido en su obra, como se han releído sus respectivas obras después de ellas, y como ellos mismos han  

¿Qué sucede con los Panero?, se planteó el conferenciante casi al final de su comunicación. “¿Por qué los jóvenes siguen leyendo a los Panero? Porque estamos ante unos creadores espectaculares con una obra creativa coherente en cada uno de ellos, que en parte atisbamos en el cine. Pero ojo al mirar las películas, hay que aprender a verlas como lo que son, porque de lo contrario podemos equivocarnos y bastante: Pensar que por mucho que eso pueda ser un docudrama, estamos hablando de personajes. La realidad cinematográfica puede no ser la del día a día de la vida, y eso deberíamos de tenerlo en cuenta, no lo tomemos como algo necesariamente real porque aparezca en una película…El gran perjudicado del Desencanto, siguió diciendo Antonio Quesada Sánchez, fue sin duda Leopoldo Panero”.
 
Una vez en el turno de preguntas se desencadenó un diálogo muy interesante que rebullía los demonios del pasado, allá cuando el estreno de la película en Madrid y los traía hasta aquí mismo a La Casa de Panero. (Transcribimos gran parte de ese diálogo, pues si bien la película del Desencanto ya ha sido asimilada en España e integrada en la historia del cine, en Astorga continúa la lucha y la disputa que se inició con su estreno. Que si al arruinar su biografía se fue el niño de la calidad poética por el desagüe... En Astorga queremos separar todas las cosas y estamos como al principio)

Un familiar de los Panero, un sobrino nieto de Leopoldo inició el diálogo señalando que “la imagen de Leopoldo en el momento del Desencanto se vio muy dañada y que había que ver la obra del escritor, analizarla  y no denostarla desde su biografía…”

Antonio Quesada: A pesar de eso creo que Jaime Chavarri supo hacer su trabajo perfectamente. Fue capaz de cambiar el modo de ver y de interpretar a alguien, de modo bastante injusto, como ya he dicho. Pero no se puede negar que desde el punto de vista técnico hizo un trabajo impecable, hizo exactamente lo que quiso y Querejeta supo también  jugar  en esta película  como en ‘La prima Angélica’, o en ‘Cría cuervos’ etc, con la idea de  poner en duda ese concepto de familia tradicional, utilizando a la familia Panero.

Javier de la Rosa: Yo voy a anotar una cuestión muy simple. No hay que olvidar que el cine es una industria.

Antonio Quesada: Efectivamente, la felicidad no vende…Tenemos que ofrecer sangre  e higadillos ¿no?

El sobrino-nieto de Leopoldo Panero: Tal vez me equivoqué. Pero creo que tal vez la familia misma no supo ver lo que había realmente y lo que percibió fue una crítica contra un padre de familia y no otra serie de cosas. Se dejó guiar por ese sentimiento. Pero el asunto era mucho más complejo de lo que realmente…Y entonces, si que hay que valorar las obras tanto del padre como de los hijos. Pues eran cuatro personas de mucho talento.

Antonio Quesada: Muchísimo e increíblemente atractivas. Por eso dan tan bien ante la cámara. Las personas que estaban trabajando en la filmación estaban literalmente alucinadas. ¿Esto qué es? Claro, no los conocían. Chavarri les decía, no, no esto es tan solo una cena más, son así de espectaculares, así de creativos, así de geniales…El gran público va a descubrir sobre todo a Felicidad y a Michi, que son los creadores entre comillas sin obra; porque tanto Leopoldo como Juan Luis tienen ya un camino que luego se verá confirmado, y en la segunda película cada uno jugará con su propio imaginario todavía más, cada uno es más que nunca él mismo. Fíjense que la segunda película es una especie de metáfora de la derrota o de la soledad. Ya no estamos hablando de eso tan metafísico de que si la familia, de que si el franquismo, todo aquello que aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid se utilizó para criticar con El Desencanto. Por eso la imagen de Leopoldo se va a ver especialmente perjudicada porque está siendo utilizado como escusa. Pero es que luego se le convierte en el símbolo de la familia tradicional,  o en el poeta del Franquismo, que también es bastante inexacto. Y si a ello le unimos la visión de 'Felicidad', la visión de género, que por aquella época empezaba a estar afortunadamente de moda; pues todo eso va hilvanando un discurso que no va a beneficiar en ningún caso a Leopoldo.  Y teniendo en cuenta esa creatividad tan desbordante de los distintos miembros que hablan muy bien y escriben tan bien...Pues se puede deslumbrar en una cena, pero cuando eso queda en una película es algo más serio; pues podemos tomar por verdades oficiales algo que a lo mejor no deja de ser una 'boutade', algo que no va más allá de un pequeño comentario irónico…Como tomemos como verdad oficial lo que puede ser una verdad narrativa, en este caso cinematográfica, pues a lo mejor dejamos de interpretar correctamente y luego nos encontramos con toda la literatura que hemos ido viendo.

Fernando Alonso: Yo quiero decir una cosa que yo no sé si tú lo sabrás. Cuando se vino a hacer esta película no se vino con la intención de hacer una película, se vino con la intención de hacer un reportaje sobre la inauguración de un monumento, y luego hubo un cambio radical. En la película empieza hablando mi padre… Yo tuve la desgracia, y es una desgracia, de ir a la presentación de la película en Madrid y me quedé con ganas de marcharme de la película por el daño atroz que se hizo a Leopoldo, que me parece de una absoluta injusticia…

Antonio Quesada: Le agradezco muchísimo este testimonio de primerísima mano. Sí le comento que tanto el productor como el director tenían una serie de demonios familiares y de obsesiones que volcaron en esta película. La película no consiste únicamente en una familia que critica al padre; sino que realmente pone en duda un status quo, un concepto tradicional de familia...  (Aquí fue interrumpido por Fernando Alonso)

Fernando Alonso: El acto era un homenaje a Leopoldo Panero por toda la calidad de su poesía y por todo lo que había hecho. En Astorga se le hace un homenaje…Luego, alguien detrás, no sé cómo fue, pero después de haber venido a hacerla, tomaron la decisión de ampliarlo y demás, pero desde luego cuando se vino a hacer eso ni pensaron por un momento  que se haría una película de este tipo…

Antonio Quesada: Pero fíjese , Chavarri ha comentado en varias ocasiones que su idea inicial se la plantea a Querejeta…El ha dicho, -piénsese en Foucault, tan de moda por aquel entonces- yo quería meter las cámaras en un manicomio y no me dejaron. Y entonces hablando con Michi este le dijo, mira en Astorga se va a inaugurar un monumento, podemos hacer un corto…Chavarri se lo plantea a Querejeta y cuando llega a aquí y ve lo que hay dice, esto es maravilloso, aquí hay tema. Entonces le comenta a Querejeta; yo no quiero que tengas la idea de que te estoy predisponiendo a hacer un largo, pero esto no es un corto. Yo no sé lo que es esto, pero esto no es un corto. De aquí puede salir algo muy bueno y Querejeta le dijo, adelante. Un Querejeta como digo con sus obsesiones, con el tema de la familia y del franquismo y etcétera. Adelante, le dijo, estas personas son espectaculares y nos van a dar juego. Y entonces pasa lo que usted muy bien comenta. Llevaron las cámaras para hacer algo, pero esto se va extendiendo, extendiendo, extendiendo…Con cinco personas para filmar, y un guión que iban improvisando bastante…Desde luego eran auténticos cracs e iban haciendo sobre la marcha bastantes cosas de lo que se iba a rodar al día siguiente…Desde el punto de vista técnico Chavarri hizo un trabajo espectacular....

"No si eso no lo dudo -interrumpe Fernando Alonso-. Lo que a nosotros no nos convence, a mí personalmente es el contenido y el daño que se hizo a un hombre" (muy noble, dice por lo bajo Odila Panero) "que no podía hablar", le quita de la boca la frase Antonio Quesada. "Exactamente", apostilla Fernando Alonso. "Dese cuenta -comenta Antonio Quesada- que en la presentación estuvo Luis Rosales y que salió escandalizado, lo mismo le sucedió a Claudio Rodríguez. De Luis Rosales se cuenta que Felicidad lo cogió del brazo y le dijo: 'vente que esto te va a gustar mucho, Luis, verás qué bueno', y cuando Luis Rosales vio aquello salió escopetado. Dicen que no volvió a dirigirle la palabra a Juan Luis Panero. No lo sé".


"Yo vivía en la misma casa que Luis Rosales -comenta Fernando Alonso-, en Madrid, cuando se celebraban todas las tertulias con Luis Felipe Vivanco, cuando iba todavía Gerardo Diego y todo lo que se dice allí- por la película- con esa realidad no coincide. Hablo exclusivamente desde el punto de gran poeta…y eso me parece que ha hecho un daño a una persona injustamente. Y eso no se dice casi nunca. Tú sí lo has dicho en algún momento de tu conferencia. Has dicho que destrozaron a Leopoldo Panero". "Esa es la verdad -se escucha de la voz de Odila Panero-. "Y es que además le sucede algo parecido a lo que se ve en la famosa obra ‘A puerta cerrada’ de Sartre -comenta Antonio Quesada-, estamos en el infierno a puerta cerrada y no podemos defendernos porque estamos en manos de los otros". "¡Que lo diga eso un hijo!" -profiere un familiar de Panero al fondo de la sala-. "Y están opinando -continúa Antonio Quesada- y yo no puedo llevarles la contraria (en referencia a un Leopoldo Panero maniatado)... por eso como digo, Chavarri, lo hizo desde el punto de vista técnico fantásticamente bien. La película se inicia con la estatua de Panero embalada y atada, para que no pueda ni moverse, y claro no puede ni moverse, piensen que había muerto hacía 12 años. Y vuelve con la película a estar la figura de Panero de moda, aunque sea a la contra; pero fíjense, no la obra, la obra no se pone de moda. Esto no sucederá hasta la mitad de los 80... A veces el contenido resulta duro de escuchar, pero desde el punto de vista estético el film es espectacular… Qué pasa…, del modo en que ustedes lo están haciendo aquí hay cosas que duelen, sin ninguna duda y sobre todo cuando afecta a una persona que no se puede defender". "Exacto", apostilló Odila Panero…

El acto finalizó con la actuación de la cantante y compositora María José Cordero y con un soliloquio poético de Javier de la Rosa



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