Del otro lado de la vida
La irreversible soledad del que
asumió
la firme decisión de suicidarse
y está, ya,
del otro lado de la vida.
La tranquilidad de espíritu que
aporta
la certeza de que nada sirve, ya,
para nada.
Todos esos fardos del alma
que tanto dificultaron, siempre,
y que amargaron el camino
(miedos, mentiras, reproches,
verdades...),
ya,
no son nada.
Polvo. Residuos. Nada.
Aspirar a ese estado espiritual
del que, por desgracia
(tampoco se puede negar esto)
está ya
del otro lado de la vida.
(Antonio J. Quesada: de "Un hombre que espera quién sabe qué")
https://jakaraeditores.es/libro/un-hombre-que-espera-quien-sabe-que_132582/
Bonito, triste, no sabía que escribías. Gracias por compartirlo
ResponderEliminarGRACIAS, querida Laura. Se intenta y... a veces sale mejor y a veces peor (y se deja en el cajón del disco duro, jejej). Abrazos,
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