Alguna vez publiqué, en una obra colectiva, un conjunto de poemas titulado "Cuaderno poético del bolchevique sentimental". Cerraba dicha serie con el siguiente poema, en el que mi bolchevique sentimental duda. Un lujo para alguien de acción, pero bueno, son cosas que pasan.
Desengaño anunciado del bolchevique sentimental
¿Hasta cuándo seguiré
apoyando apasionadamente revoluciones
para después disentir, porque aquello que vino
no era
eso que yo pretendía?
(no se modificó nunca la mentalidad de los hombres,
nada bueno podíamos construir).
¿Hasta cuándo levantando banderas rojas
para que otros administren la Victoria?
¿Cuándo asimilaré que el hombre
no tiene remedio?
Querido Antonio:
ResponderEliminarHe publicado en mi blog tu "viejo poemilla" que yo lo llamaría "noble poema" del "Desengaño anunciado del bolchevique sentimental".
He comenzado una serie de entradas sobre el movimiento artístico La Caballería roja, y la coincidencia de encontrarlo en tu blog me ha permitido ennoblecer mi artículo.
Espero que te haya gustado la extensión de tu obra en mi página. Si así es, me gustaría un comentario en mi entrada (si te apetece)
Un abrazo.
Gracias, querido amigo Víctor, por el guiño, me voy a tu blog inmediatamente.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Antonio
Levantas banderas y después todo se vuelve en tu contra, decepción que acaba doblando y guardando ilusiones, perdón, banderas.
ResponderEliminarJuan M.
Sí, amigo Juan, qué de veces doblamos las banderas, les ponemos antipolillas y las colocamos por allí donde no molesten...
ResponderEliminarGRACIAS por venir por estos lares, amigo Juan,
Por cierto, escribía Luis García Montero en algún sitio que vivir era ir doblando las banderas. ¿Será verdad?
ResponderEliminar¿Las doblas? ¿Te las doblan? ¿Se doblan solas, por un extraño mecanismo?
Nunca se doblan solas, depende de la decepción, si te quedan fuerzas, las doblas tú y tarde o temprano vuelves a desdoblarlas, pero si ya estás muy agotado, dejas que te las doblen y deseas que te las guarden…
ResponderEliminarUn abrazo.
Y con el tiempo puede que incluso las planches, para que no hagan feo en el armario...
ResponderEliminarGracias, querida Mamen, por venir por aquí, a la sala de las banderas.
Si asimilamos que el hombre no tiene remedio dejaremos de soñar, sigamos con la esperanza de que algún día todo eso valdrá la pena.
ResponderEliminarHoy a muerto un disidente cubano, hoy, Siglo XXI.
No conocía la noticia, amigo anónimo... GRACIAS por venir por aquí. Supongo que una cosa es que uno crea que esto no tiene remedio, y otra es no sentir el impulso de comprometerse en mejorar.
ResponderEliminarUn abrazo, GRACIAS por visitarnos y compartir con nosotr@s este trayecto.