He vuelto a ver "Cinema Paradiso", lo necesitaba. He vuelto a gozar con esta obra maestra de Tornatore. He vuelto a pegarme tremendas lloronas y a confirmar que, debajo de algunas capas de cinismo, de pseudo-cultura o de poses más o menos bogartianas, sigo siendo un tremendo sentimental (pero que no se entere nadie, será nuestro secreto).
He vuelto a gozar del Cine y de todo lo que implica, y he llegado a la conclusión de que, si en esta vida existe algo parecido al Amor, eso es lo que siente Alfredo, ese genio incomprendido de provincias, por Totò. Amor hacia una pareja, amor hacia un hijo, amor hacia unos padres, amor hacia un hermano, amor hacia un gato, amor hacia un amigo, ¡qué sé yo!. Pero si ese milagro es posible, es Tornatore el que nos lo ha puesto delante de las narices. Es una pena que ni la vida ni nosotros solamos estar a la altura de las circunstancias... (si es que eso es posible...).
En fin, volver a "Cinema Paradiso" es un placer de tal envergadura que es imposible no hacerlo. Aunque tengas que soportar ver cómo dinamitan el cine entre risas de los jóvenes, que no saben lo que era aquello, y que seguramente estarán deseando que hagan pronto el aparcamiento para enlatar mejor sus cacharros.
Yo me siento como el viejo loco, que alguna vez también fue joven: pese a quien pese, Alcalde y Código civil incluidos, la plaza sigue siendo mía. Que me quiten lo bailao.
Perdón por el desahogo.
Gracias Antonio, no la había visto, la vi anoche y disfrute mucho.
ResponderEliminarUn abrazo, Quique.
Gracias, querido Quique, por tu mensaje y, sobre todo... enhorabuena por el buen rato que has pasado. Es una delicia esta película, tiene tanto y tan provechoso...
ResponderEliminarun abrazo
Ayer volvieron a pasarla por La 2 de TVE. No me cansaré de verla con ojos de niño, siempre...
ResponderEliminarEs muy buena, sin duda.
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