" “Estos días azules y este sol de la infancia”, último verso de Antonio Machado. Fue encontrado en su gabán, después de muerto, por su hermano José. Estaba junto a otros papeles: está visto que los escritores siempre llevamos papeles en los bolsillos. Algunos de esos papelillos arrugados suelen ser poemas a medio hacer, esbozos, ideas, retazos de no sé qué. En fin, mil cosas. Entraba dentro de lo lógico, por tanto, encontrar algún papel con Don Antonio".
(Extraído de un trabajo inédito que no consigo que avance. Párrafo homenaje a Antonio Machado, al que matamos de aburrimiento e impotencia hace unos años. A García Lorca le matamos de odio y parada cardio-respiratoria inducida algo antes, y a Miguel Hernández de enfermedad carcelaria, algo después: si por algo se caracteriza esta triste piel de toro triste es por matar a sus poetas).
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