viernes, 16 de marzo de 2012

SER POETA ES UN PROBLEMA

Iba hoy con la ciber-caña y he encontrado, en una esquinita de Internet, este viejo texto mío. No sé, está curioso... hoy lo escribiría de otro modo, supongo (hay giros en los que ya no me reconozco, pero soy coherente y cargo mi cadáver a cuestas), pero creo que hay bastante de mí ahí, todo el que era y algo del que soy,
La ciber-caña me dio para mucho...

SER POETA ES UN PROBLEMA (Antonio J. Quesada)


Cada uno podrá pensar lo que quiera, ya que este mundo es libre o eso nos hacen creer, pero desde mi modesto punto de vista, ser poeta es todo un problema. Los poetas, sin embargo, egocéntricos ellos, descendientes directos de un Dios que puede que ni exista, no se dan cuenta de esto y siguen paseando por la vida con la mirada perdida, diseñando estrofas en el aire y extasiándose delante de una puesta de sol excesivamente bella o de los ojos azules de la chica que les tocó enfrente en el autobús.

La consecuencia es evidente: deben entrar en el primer café que encuentren abierto, pedir algo y sentarse a escribir eso que llevan ya en mente. Así jugarán a ser Dionisio Ridruejo en el Café Gijón (sin saber que a Ridruejo le iba más charlar que escribir tomando café). Luego, puede que todo lo escrito acabe en las proximidades de su personal rincón del olvido. O puede que no, que lo utilicen para algo. Pobres hombres, en cualquier caso: nunca se enterarán de qué va la historia esa de vivir.

Además, si la literatura es el reino de la libertad, la poesía es, dentro de esa extraña monarquía, la región más libertaria, si cabe: todo puede ser poesía. Y si, rizando el rizo, parto de la base de que la poesía existe “per se”, en la naturaleza, y que el poeta lo que hace es acercarla a esa persona que no es capaz de captarla por sí misma, pues entonces ya tenemos montada la ensalada literaria a lo grande. Con el poeta como una especie de medium especializado en realizar sesiones de espiritismo rimado. Y con tintes mitológicos, además, pues si yo fuera poeta diría, con la mejor prosa poética de que fuera capaz, que el poeta es una especie de Prometeo de las letras que roba a los dioses el fuego sagrado de la poesía en estado puro para acercarlo a los hombres.

Pero a lo que voy, que tiendo a dispersarme: que ser poeta es un problema, de eso estoy convencido. El poeta vive en todo momento buscando poesía, es algo innato en él. Y se vive como poeta, no se olvide nunca. Si se tiene, además, talento para escribir, el interesado intentará reflejar en versos eso que captó, y si no lo tiene, se limitará a gozar egoístamente de esos destellos poéticos que tiene la suerte de vislumbrar. Hay quien vive la poesía que no escribe. Algo así dijo Wilde antes de que entre todos le condenáramos a muerte, por sobresalir del resto de la población.

De esa forma, poeta, puedes pasar por la vida tan ensimismado que nada te afecte: no te enteras de que al chico que pasa a tu lado le han quitado la cartera en el metro, de que la señora de la cola del supermercado ha dejado a la niña con la vecina, un momento, para bajar a comprar tomates (a ver cómo se hace una ensalada sin tomates...), de que esa chica que va por la acera de enfrente tiene un cuerpo de modelo... Uno va pensando en sus cosas, en esos poemas que nunca escribirá, en ese concurso al que presentará versos. Y que necesariamente perderá, porque los sabios de turno decidirán que eso no era poesía, que era farsa poética, y que mejor debía irse con los bártulos a otro sitio y dejar de molestar en ejemplares grapados y por triplicado, que es como molestar tres veces y con grapa. Porca miseria, que diría un italiano poco poético (¡ay de mi!, cuando empiezo a recitar mis penas en otra lengua se avecina lo peor...). Pasa la vida, paralela a nosotros, y nosotros, alumnos libres del Parnaso, estamos en otra cosa. Necesariamente.

El poeta tiene una sensibilidad exagerada y eso no conviene en el mundo de hoy: lo práctico es multiplicar los números del banco, antes en pesetas y ahora en euros. Pero, ¿fabricar versos? Yo, que tengo algo de poeta aunque no por lo que escribo, sé lo que es mendigar en las editoriales para ver si pueden publicar tus cosas imperfectas, y es terrible. Te miran como pensando “pobre desgraciado, viene aquí a venderme versos, ¿en qué mundo vive este tío?, en vez de ligarse a la hija de un Secretario de Negociado de algo y pegar el braguetazo y a vivir, se me presenta aquí a medio afeitar, despeinado y moviendo unos folios donde dice cosas en verso”.

Y no digo ya nada para ligar, eso es terrible: no te comes un rosco, palabra de honor. Porque para conseguir una cópula, ese exceso de sensibilidad es fatal: no sirves para abordar de modo chulesco a una tía en un bar (en un bar las chicas suelen ser tías), tratarla como a una cosa y tocar las teclas necesarias para acabar compartiendo líquidos, sudores y olores, que eso es el sexo si se desprende de tequieros, ereslamujerdemivida, quéharíayosinti y todo eso (el Amor es otra cosa, no mezclemos). Seguramente será más eficaz para estos menesteres tener un físico de campeonato o un impresionante artilugio erótico bajo la cintura, que nunca está de más, antes que una sensibilidad poética a flor de piel. Mal negocio, nuevamente. ¿Imaginan a un poeta en una discoteca, enumerando los concursos que lleva perdidos, y explicando a su presa que todo se debe a que es un genio incomprendido? Así nadie ligó nunca en Torremolinos a una extranjera, sé de lo que hablo. Nadie que vaya de Van Gogh literario tiene éxito en un bar de copas.

Pero bueno, no quiero terminar de modo agrio mi artículo. Sigo convencido de que ser poeta es un problema, pero a la vez es algo ilusionante, porque es mirar algo más allá. Necesariamente. Puede que ni escriba, pero se intuye a un poeta a legua. Y les dejo con un poema que escribí una vez, titulado “Pero seguiremos riendo”, donde apuesto por seguir defendiendo el sueño del poeta, a pesar de todo:

“El último bando del Alcalde / ha prohibido la risa en nuestro término municipal, / salvo en caso de celebraciones cristianas y fiestas locales. / Aunque / la ignorancia de las leyes no excusa / de su cumplimiento, / nosotros conocemos la ley, / pero / seguiremos riendo por las esquinas. / Miraremos de reojo por si viene la guardia, / de acuerdo, / pero seguiremos riendo.”.

Que Dios nos ayude a todos.

29 comentarios:

  1. ¡Qué grande eres, Antonio! Te confieso que para mí es un honor ser tú... jejeje

    pd: si no me animo yo...

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  2. Jejeje, muy bueno tu comentario. Se nace poeta y se vive poeta, es una forma de vida, aunque no escribas poesia. Puede que no seamos Ridruejo pero tampoco escribimos entre subidas y bajadas de acciones, seguimos al margen.
    Un saludo,
    P.A.

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  3. Sí que es verdad... yo en bancos conozco a pocas gentes, pero entre bibliotecarios, libreros, poetas con obra conocida y poetas sin obra conocida... me siento en la goria.
    Gracias, P. A. por tu visita, espero que este vecindario sea de tu agrado y no hagas como los estorninos de mi admirado Wyoming, jejejej,
    un abrazo

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  4. En la gloria, quería decir, que entre tanta trompeta celestial me comí la "ele", será que el cielo despierta el apetito...

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  5. se escucha? se escucha?
    sí, sí, sí...

    pd: en las fiestas de pueblo, después de decir estas cosas por el micro puede acabar sonando "Paquito chocolatero". Usted verá, querida Susana, la amenaza es grave... jeje
    bienvenida!!

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    1. ¡Pero qué listo eres! Ahí va el comentario que probablemente sea tan simple como una canción popular...

      Es curioso, este escrito me ha hecho reflexionar sobre mí misma y tengo que decirte que ser filósofo no lo es. El filósofo también acerca el mundo a las personas pero no en su parte bella sino en la más cruel o desnuda, incluyendo la parte de locura que no gusta reconocer por lo que creo que así es más fácil para nosotros asumir que los demás rechacen esa visión.
      Creo que, al contrario que el poeta, el filósofo no vive ensimismado sino fijándose absolutamente en todo lo que le rodea. La diferencia entre ambos se parece la que existe en la psicología entre el despistado y el distraído, respectivamente. La curiosidad extrema guía al filósofo como la belleza auténtica al poeta.
      ¿Ligar o no ligar? Esa es la pregunta. Aunque el amor es otra cosa y probablemente hay algo de sublime y altruista en él, está basado en la necesidad del otro y esta necesidad empieza por la atracción sexual, que es para nosotros algo básico como en los animales con los que compartimos gran parte de nuestras cualidades. Por eso, en ese terreno es necesario empezar por exponer nuestro atractivo en la medida de lo posible tal y como hacen ellos, lo que implica cierta frivolidad. Estoy segura de que precisamente Oscar Wilde llegó a una conclusión parecida antes de afirmar algo así como “el que no es un poco superficial, el es en sí mismo superficial”.

      Susana.

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  6. No te garantizo nada, si Wyoming me dice que alce el vuelo, desplegaré mis alas...
    Un saludo
    P.A.

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  7. Uff, Susana,cómo se nota de dónde vienes... jejeje. Imagina cómo te digo yo ahora que alguna vez escribí que sólo busco la filosofía necesaria para llegar a la noche, jeje.
    GRACIAS por tu comentario. Los filósofos siempre venís con el candil, a echarnos una mano o... a terminar de liarnos, jejeje, pero no es el caso, que tenerte cerca siempre es un placer.
    Muchos besos, GRACIAS por echar el ratico con nosotr@s,

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  8. Ufff, PA, tendré que estar atento, empezará a tantear a Dani Mateo. Y si tengo que hacer el baile de Flipi, empiezo a hacer prácticas, que mis estorninos son poquicos (eso sí: de lo mejorcico del ciber-patio, jejeje),
    un abrazo, PA, y recuerda que en este blog "mañana más pero no mejor, porque es imposible",

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  9. No sé qué metáfora es esa de los pájaros, cuando veo el programa siempre ha empezado aunque, en cualquier caso, creo que no lo explica...

    No quería provocarte un conflicto pero he de reconocer que en el fondo me gusta. Solo quería aclarar que ser filósofo es también una forma de vivir diferente y que yo tengo la poesía justa para entender un cuadro, una canción o una mirada. Así que si querías decir que sois unos incomprendidos en lo que a mí respecta llevas razón pero no sois los únicos.

    Me fascina la autocompasión del poeta... Pero no te preocupes ahora sabes que a nosotros todo nos produce perplejidad. Por cierto ¿por qué encontráis tanta belleza en la tristeza?

    Susana.

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  10. ¡Chica, qué maravilla tenerte por aquí! Ponga un/a filósofo/a en su vida, jeje, y cada uno lleva su mal a cuestas, jeje.
    Lo más interesante de la poesía, para mí, es su deliciosa inutilidad: la filosofía sirve para elaborar teorías, conocer y articular teorías sobre nosotros, intentar descrifrarnos, ¡qué sé yo!... mientras que la poesía puede lograr eso de modo asistemático, como en un chispazo. ¡Me gusta! Y si no lo logra, se acabó: la poesía (la creación) es un fin en sí mismo, una bella inutilidad que, al que le llena, le convierte en Dios y no hay que justificar más.
    Autocompasión, sí... siempre que esté en sus justos términos, perfecto. Exceso de ella queda sobreactuado, y tampoco es eso.
    La alegría no necesita quien le escriba: si todo fuera perfecto, seguramente no nos sentaríaamos a corregir errores vitales con nuestros textos, que nos resultan vitales.
    Por otra parte, el creador es un gran onanista, no hay que metabolizar a Moix para saberlo, pero... nadie dijo que con el onanismo se conozca gente, jejeej. El onanismo excita la imaginación, pero es solitario, y eso siempre nos deja un regusto amargo, ¿no?
    No sé ni lo que estoy contando... ¿a qué vienen estas teorías? Nada, nada, a leer a Jaime Gil de Biedma sin preguntarme más cosas. ¡Cómo sois los profesionales del pensar!,
    un abrazo fuerte, Susana, gracias por ser tan sugerente.

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  11. ¡Qué curioso! Filósofa y poeta contándo su forma de percibir la vida, y un servidor aquí que piensa que la filosofía y la poesía deberían ir siempre de la mano; que ni siquiera se ha planteado que puedan vivir una sin la otra... (aunque si que he leido poesía simple y bella sin filosofía y filosofía fría y meticulosa sin poesía, aunque lo cierto es que más de lo segundo).
    Otra cosa que me resultó curiosa es la de un/a filósofo/a preguntándose que hay de bello en la tristeza. Regocijarse en la mierda (con perdón) no solo es plato de gusto para los marranos, que como bien dijiste antes, los seres humanos estamos íntimamente relacionados con el mundo animal. Y personalmente (yendo al tema de la forma de actuar frente al mundo de uno y de otro) el ensimismamiento y el análisis perpetuo del entorno, no me parece algo que esté reñido. Un análisis continuo de nuestro alrededor implica también un análisis interno, y ese análisis interno acaba arrastrándote a un encierro interior en el que puedes perderte perfectamente y no enterarte de que al chico de al lado le roban la cartera e incluso de que a tí mismo te la están robando. Un filósofo también debe tener una capacidad de abstracción para perderse en su mundo y regresar sabiendo que ha visto y comprendido en su miseria del espíritu, y elaborar así una teoría que le explique mejor el funcionamiento de nuestro cerebro y nuestros comporamientos humanos (entrando ya en una parte psicológica). Así como el poeta debe ser capaz de analizar el entorno con meticulosidad y entontrar belleza en sus "estudios" de lo ajeno, que luego trasladará a posía, ya sea en prosa o en verso.

    Perdón si pudiera parecer impertinente mi comentario, no es mi pretensión, para nada. Al releerlo me ha parecido que tal vez pudiera tener incluso una lectura de agresión. Lo que ocurre es que no entiendo el por qué de la escisión y la imcompresión del uno hacia el otro, cuando yo siempre me he sentido íntimamente ligado a ambos (lejos de las capacidades). Tal vez soy aun inexperto como para ser capaz de separar etiquetas con tanta facilidad, o como para no haber cogido todavía la tijera que corta, divide y elimina una de las dos vertienes en el espíritu.

    Antonio, dile a tu yo del pasado que me ha gustado bastante el texto, y también los comentarios; que me han dado qué pensar (esto último no hace falta que se lo digas a él, con que lo sepas tú y los autores de los mismos basta jejeje).

    Un abrazo.

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  12. jeje, Dani, contigo tengo que utilizar otras balas, pues eres creador artístico, y poliédrico, jeje. Pero puede ser verdad, eso de que se complementen. Es más, suele ser verdad.
    Doy otra vuelta de tuerca... ¿y si se llega a la creación, entre otras razones, para huir del día a día y de la ciencia? Me conozco a uno, no quiero señalar, que para comer escribe trabajos jurídicos cargados con notas a pie de página, y que necesita respirar tb. y quizás por eso necesita huir de ese día a día en forma de artículos del Código Civil. ¡Lo que hay que hacer para comer! (y más en estos tiempos, no podemos dejar de peladear),
    un abrazo, querido Dani, GRACIAS por tus comentarios, siempre sugerentes. Con este vecindario, da gusto tener Junta de propietarios...

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  13. El texto me parece muy bueno. En cuanto a poesía y filosofía, ¿en serio es una dicotomía? no lo veo claro, me inclino más a la opinión de Dani (siempre haciéndonos pensar).
    Un abrazo.
    Quique

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  14. Gracias, querido Quique, por pasarte por aquí. La verdad es que no tiene por qué ser aceite y agua, pero... si debo elegir entre el aceite y el agua, me quedo con el aceite, pues le pones sal y no veas qué maravilla para desayunar, jeje.
    Pero es cierto, fíjate mi admirado Sartre cómo jugaba con tantos registros.
    Un abrazo, amigo, GRACIAS

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  15. A ver…¿por dónde empiezo? Vaya por delante que no me siento atacada sino un poco solitaria (ya avisé que ese era el asunto que quería transmitir) en parte por desconocimiento, en parte por los límites del lenguaje y el espacio virtual, pero en último lugar por falta de análisis por mi parte, estoy segura.
    Creo que se ha pensado tradicionalmente que lo que nos hace más humanos son especialmente aquellas actividades que se realizan por recreación: el arte y el deporte. La poesía es un ejemplo de eso que ha descrito muy bien Antonio. Sin embargo, yo creo que se menosprecia que existe una cualidad que dependiendo de su definición puede atribuirse solo a los humanos que es el pensamiento. En concreto, el pensamiento que conlleva en su definición que es un acto reflexivo y con intención de llegar a una meta, que no es aplicable a los animales. Pero claro está, la recreación no es el análisis aunque, por un lado, la intención del análisis no tiene por qué ser la elaboración de teorías y por otro tampoco está exenta de tener una relación con las emociones. Lo que creo es que se asocia la filosofía al ámbito académico, lo que la convierte en fría mientras que creo que también es una forma de vivir. Hay filósofos que hacen teorías y no tienen esa forma de vivir y al revés: algunos nos sentimos filósofos aunque no hagamos teorías filosóficas. Sin embargo, entre los poetas eso no ocurre pero porque como dice Antonio, no da de comer. En caso contrario seguro que también sucedería como en la pintura, el baile o la interpretación. Llevando este argumento más lejos, si la poesía moviera las masas como el deporte ¿también la veríais diferente?
    Poesía y filosofía comparten entonces el hecho de que están basadas en cualidades intrínsecamente humanas, aunque son distintas. El “objeto de estudio” (el mundo y los demás) es el mismo pero no el modo en el que lo abordan. Puede que sean complementarias pero nada más. En este sentido decía yo lo de la diferencia entre fijarse en todo o ensimismarse en una cosa. Estoy de acuerdo con la crítica en el proceso pero yo lo ponía como ejemplo de actitud: la actitud del filósofo es la de analizarlo todo para intentar entender el mundo que le rodea y los demás, mientras que el del poeta no, es recrearse en una cosa cada vez (me remito a las palabras del propio poeta). Probablemente, mi distinción sería más exacta si la planteara como la diferencia entre el escritor de ensayo y el poeta. El escritor si es un filósofo que inspira o se inspira en teorías de filosofía y psicología pero creo que el poeta no.
    Independientemente del fin de cada una, mi duda después de leer vuestros comentarios es si la emoción es lo que mueve al filósofo, quedando luego relegada, mientras que la emoción en el caso del poeta cuando está creando forma parte constante del proceso mismo o solo parte también de una emoción para luego pasar a la parte racional de descripción.
    En cualquier caso, mi comentario no pretendía realmente hacer una diferencia entre la filosofía y la poesía a nivel teórico sino en cómo la experiencia es diferente para el filósofo y el poeta y aunque este asunto esté relacionado con la naturaleza diferente de ambos; tal y como estaba enfocado el texto, yo me había centrado en cómo se vive eso cuando lo aplicas en el mundo real.
    Espero que este debate no esté influido por una cuestión de género aunque, como estamos hablando del mundo real, mi perspectiva de mujer puede que me esté dando una visión que favorece la incomprensión. Espero vuestros comentarios en los que estoy interesada.
    Susana.
    P.d.: Cuando preguntaba por la belleza de la tristeza no lo hacía en un tono peyorativo. No creo que la tristeza sea fea o algo de lo que haya que despreciar. Era mera curiosidad. Sin juicio de valor. Solo porque inspiraba el texto.

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  16. Chicaaaaaa, esto es artillería de la buena!!! Me pillas corriendo, pero prometo leerte con calma. Eso sí, de atacada nada, ¡a quien te ataque me lo como a la brasa en el Parnaso!, jejeje, vuelta y vuelta
    GRACIAS, queridísima Susana, por estos buenos raticos, un abrazo muy fuerte

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  17. ¡¡¡Vaya, eso quiero verlo yo!!! :O
    ¡¡¡Que me ataquen, por Dios!!!! :)

    De nada. Ha sido un placer...mental. Un abrazo, Susana.

    p.d. En mi último comentario quise decir que la tristeza no es algo que haya que despreciar. Perdón, son las prisas.

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  18. jejeje, la ventaja de tenerte aquí cerca, querida Susana, es que te pasa lo que a muchos de nosotr@s, que ves el trapo rojo y pa'lante, nos metemos en todos los charcos. Pero es fantástico. ¿Sabes? Hoy leía un comentario de Michelangelo Antonioni, cineasta tenido por intelectual (con razón, es largo, pero con razón), y él comentaba que aunuqe tenía su filosofía, no era filósofo, sino un creador que miraba por el ojo de la cámara. Es más o menos lo que yo opino cuando digo que no pretendo ser sabio, sino crear algo sugerente. Es posible que haya pensamiento detrás, pero... que no pese.
    Y vuelvo a entrar al trapo, como ves, jeje
    un abrazo para ti y l@s amig@s que hacéis con este blog que el mundo sea un poquico más habitable

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  19. Ahora que ya se lo de los estorninos y después de leer tu comentario…entiendo que esa información lo explica todo. Efectivamente eso es lo que quería transmitir que las personas no quieren pensar, debatir o recrearse. Simplemente se sienten atraídas por estímulos claros y excitantes como les pasa a los animales. Eso me ha costado entenderlo y se ve muy bien en los bares en los que hay que hacer preguntas y dar respuestas tan sencillas como directas al lado de un altavoz que está a cien decibelios. Lo único que esta calibrando el tío que tienes enfrente (en los bares los hombres también son tíos) es tu talla de todo lo que pueda ver de tí y está esperando a que te des la vuelta para calibrar también “el final de tu espalda”. Ahora sé que la vida no es sueño, sino teatro. Lo entiendo, no es un problema, pero mientras tú hablas desde la tristeza yo hablo desde la ira, que bien llevada, es mucho más productiva.
    Respecto a lo de ser o sentirse poeta o filosofo o cocinero, pienso que todos los científicos deberíamos sentirnos y ser un poco filósofos pero hay incluso filósofos que no lo son, se sientan así o no y solo hacen teorías sin más así que… es lo que hay, no lo que yo opine.
    No te preocupes, no pienso que haya entrado al trapo de nada, aunque no estoy exenta de ser gregaria pienso que estamos aquí para esto. Lo dicho, es difícil ser auténtica.
    Un abrazo grande, Susana.

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  20. Eres la más grande, Susana, con perdón para Rocío Jurado, jeje. Qué capacidad para argumentar, cómo se nota que trabajas con eso, en Derecho elucubramos de otra manera.
    Como diría el gran Valle-Inclán, "me quito el cráneo". A ver si nos vemos algún día por Teatinos, entre carrera y carrera, que se vende usted muy cara, jeje
    un abrazo, GRACIAS por venir y, sin duda, enriquecernos

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  21. ¡Por Dios, te agradezco el cumplido pero no te quites el cráneo que debe ser muy molesto!
    Lo que se de pensamiento no lo aprendí en la universidad. Ya te digo que lo aprendí en los bares, argumentando con únicos hombres con los que pude sostener una conversación más allá del: “¡qué buena estás, tía!”, “ah, gracias”. ¡¡¡Qué difíciles son ahora que somos iguales!!! No hay manera de saber qué quieren. Pero, bueno, seguramente, nosotras tampoco lo sabemos. En fin, nos vemos por allí.

    Gracias a tí por hacerme pensar.
    Fdo.: Otra gran admiradora de Vallen-Inclán y de la Jurado.

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  22. jejeje, yo desistí hace mucho de intentar entender al género humano, es más fácil entender a las hormigas, que emplean la lógica...
    es un lujo compartir estos debates contigo, k animado está el patio de vecinos!!

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  23. Lo siento pero no estoy de acuerdo con vosotros, las personas sí piensan, debaten y se recrean, pero no podéis pedir a todo el mundo que lo haga como una filósofa o un poeta, quizá les interesen más las charlas sobre química o piezas de coches, no hay que cerrarse tanto, que si vais de copas una vez y no os gusta, no volvéis, si lo hacéis es porque sois iguales o puede que os guste oír lo buenos que estáis, aunque lo diga un tío o una tía. Bajad a la tierra que ya sobran Dioses.
    Saludos.
    Francisco Zaragoza.

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  24. Gracias, amigo Francisco, por pasarte por aquí, por tu mensaje, y por tu opinión. Es cierto que se puede dar una imagen un poco unilateral, de que estamos obnubilados en el mundo platónico o así, pues supongo que se debe a que estamos hablando de este tema: también supongo que la mayoría paseamos por la tierra de vez en cuando. No sé el resto, pero intuyo que leer a Camus o escribir un poema no está reñido con desconojarse con "El jueves", fallar un penalti en el partidillo del domingo, hacer cola para reclamar un precio en Carrefour (¿por qué tantos?) o hacer números para darnos un capricho de vez en cuando, si los números salen. Actividades en las que sí que puedo dar lecciones, y no de Derecho civil...
    GRACIAS, amigo Francisco, por tu visión. Ahora que lo pienso, ¿no nos habíamos cargado a Dios hace unos cien años, números redondos?
    Espero que sigas acompañándonos

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  25. Ninguno de los argumenos expuestos me hace pensar que una visión filosófica esté reñida con una poética. Yo tampoco pretendía hablar de filosofos en el campo de lo académico ni poetas en el mismo (si hay de lo segundo).
    Simplemente hablo desde mi forma de ver las cosas, que lo mismo que se lee/escribe un ensayo, se lee/escribe un poema sin cambiar de traje.

    Y volviendo a la tristeza, lo que le pasa es lo que decía la filósofa malagueña María Zambrano:

    "La melancolía es una manera, por tanto, de tener;
    es la manera de tener no teniendo,
    de poseer las cosas por el palpitar del tiempo,
    por su envoltura temporal.
    Algo así como una posesión de su esencia,
    puesto que tenemos de ellas lo que nos falta,
    o sea lo que ellas son estrictamente".

    La melancolía para mi está íntimamente ligada a la tristeza del poeta.

    Encuanto a lo comentado por Francisco, pienso lo mismo que Antonio.

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  26. Perdona si me excedí. Me atraen estos temas porque yo soy Físico y necesito de la irracionalidad del arte para que mi mente viva con dignidad. Pero en estos comentarios ha habido algo que no me gustaba, que me incomodaba y quería expresarlo, y por favor, no tiene nada que ver con el género, que eso a estas alturas tampoco encajo, me gusta la igualdad, no me gusta ni ser, ni que sean seres superiores a mi los de mi especie. Y digo esto como Doctor, como Licenciado, como tío.
    Te sigo desde hace un tiempo y si me lo permites, por aquí seguiré.
    SAludos.
    Fco. Zaragoza

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  27. Estaré encantaod, amigo Francisco, de que sigas incluyendo mensajes, que sin duda ayudarán a enredarnos más o a entendernos, pero de lo que se trata es de darle a la cabeza, jeje. ¿Físico? Me encanta, es una figurita novedosa en este pesebre, en el que tantos pastorcillos venimos de otras partes,
    un abrazo, GRACIAS por estar por aquí

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