Me apasiona Carlos Barral, no es ningún secreto para quien me conoce (¿me conoce alguien?, ¿me conozco yo?). Hasta el punto de que he querido dejar por escrito, sistematizado, ese interés. Y reivindicar su condición de poeta, que irradió todo lo que hizo. Su ser y su estar. Una revista literaria estudia su posible publicación. La posible publicación de un texto demasiado informal para ser riguroso y demasiado riguroso para ser informal. Metodológicamente tiene truco: reivindico su poesía sin hablar de su poesía. Puede estar bien...
Posiblemente sea el acercamiento a un gran creador por parte de un pequeño creador. Tiene peligro. Dejo el comienzo, a ver si pesco a algún ciber-amigo.
"Reivindicación del poeta Carlos Barral
(Antonio J. Quesada)
“…desde siempre, una parte de su personalidad era el disfraz con el que se protegía. Al llegar a la vejez sus disfraces y él se fundieron en una unidad indisoluble: personalidad y apariencia fueron entonces lo mismo” (Alberto Oliart, refiriéndose a Carlos Barral)
Soy cada día más propenso a los juegos malabares, pero como la destreza física no me acompaña en estas tareas (de lo contrario me ganaría la vida por circos oficiales u oficiosos), practico el malabarismo conceptual, el malabarismo literario o, incluso en ocasiones, el malabarismo pedagógico (ahora que nadie me escucha: esta última modalidad será nuestro secreto). Todo esto viene a cuento de mi próximo número artístico, que tendrán ustedes ocasión de presenciar en este trabajo: voy a reivindicar al poeta Carlos Barral sin ocuparme directamente de su poesía".
Y hasta aquí puedo leer, como decían en el "Un, dos, tres".
Molta sort, estimat jo, molt estimat Antoni, et parla el català que tots portem dins... Desitjo la millor de les sorts a aquest treball sobre el grandissim Carlos Barral (abans de res, poeta). Salutacions des de la "casa fosca"
Por cierto, aviso para navegantes (... de Calafell o de otros sitios, sirven también): que el tono del texto sea ameno no quiere decir que no haya aparato bibliográfico (ya saben, Carme Riera, Jové Lamenca, Sánchez Santiago-Diego, Saval, Villamandos o el número 110-111 de la Revista de Occidente, homenaje también a Don Jaime; incluso Oliart) ni cita de vida y milagros. No es eso, no es eso...
Por cierto... para terminar de vender el producto, no dejo fuera ni las malévolas alusiones del malévolo Umbral, ese genio, en su Diccionario de Literatura. Injustamente genial, "Pacumbral".
¡Qué gran seductor tuvo que ser! Leo a Esther Tusquets ("Confesiones de una editora poco mentirosa") y me confirma lo que todos me habían confirmado, ya. Pero con nuevas anécdotas, siempre refresca uno ideas...
Me apasiona Carlos Barral, no es ningún secreto para quien me conoce (¿me conoce alguien?, ¿me conozco yo?). Hasta el punto de que he querido dejar por escrito, sistematizado, ese interés. Y reivindicar su condición de poeta, que irradió todo lo que hizo. Su ser y su estar.
ResponderEliminarUna revista literaria estudia su posible publicación. La posible publicación de un texto demasiado informal para ser riguroso y demasiado riguroso para ser informal. Metodológicamente tiene truco: reivindico su poesía sin hablar de su poesía.
Puede estar bien...
Posiblemente sea el acercamiento a un gran creador por parte de un pequeño creador. Tiene peligro.
ResponderEliminarDejo el comienzo, a ver si pesco a algún ciber-amigo.
"Reivindicación del poeta Carlos Barral
(Antonio J. Quesada)
“…desde siempre, una parte de su personalidad
era el disfraz con el que se protegía. Al llegar a
la vejez sus disfraces y él se fundieron en una
unidad indisoluble: personalidad y apariencia
fueron entonces lo mismo”
(Alberto Oliart, refiriéndose a Carlos Barral)
Soy cada día más propenso a los juegos malabares, pero como la destreza física no me acompaña en estas tareas (de lo contrario me ganaría la vida por circos oficiales u oficiosos), practico el malabarismo conceptual, el malabarismo literario o, incluso en ocasiones, el malabarismo pedagógico (ahora que nadie me escucha: esta última modalidad será nuestro secreto). Todo esto viene a cuento de mi próximo número artístico, que tendrán ustedes ocasión de presenciar en este trabajo: voy a reivindicar al poeta Carlos Barral sin ocuparme directamente de su poesía".
Y hasta aquí puedo leer, como decían en el "Un, dos, tres".
Molta sort, estimat jo, molt estimat Antoni, et parla el català que tots portem dins... Desitjo la millor de les sorts a aquest treball sobre el grandissim Carlos Barral (abans de res, poeta).
ResponderEliminarSalutacions des de la "casa fosca"
Por cierto, aviso para navegantes (... de Calafell o de otros sitios, sirven también): que el tono del texto sea ameno no quiere decir que no haya aparato bibliográfico (ya saben, Carme Riera, Jové Lamenca, Sánchez Santiago-Diego, Saval, Villamandos o el número 110-111 de la Revista de Occidente, homenaje también a Don Jaime; incluso Oliart) ni cita de vida y milagros.
ResponderEliminarNo es eso, no es eso...
Por cierto... para terminar de vender el producto, no dejo fuera ni las malévolas alusiones del malévolo Umbral, ese genio, en su Diccionario de Literatura. Injustamente genial, "Pacumbral".
ResponderEliminar¡Qué gran seductor tuvo que ser! Leo a Esther Tusquets ("Confesiones de una editora poco mentirosa") y me confirma lo que todos me habían confirmado, ya.
ResponderEliminarPero con nuevas anécdotas, siempre refresca uno ideas...