miércoles, 6 de noviembre de 2013

¡SEGUNDOS FUERA! BOXEO, VIDA Y ALGUNA OTRA METAFORA RAZONABLEMENTE ACERTADA

Dicen las mentes preclaras que el Mal atrae. Alguna vez he escrito, por ejemplo, que hay que tener un fascista de cabecera, para sentir la llamada de la selva de vez en cuando. En mi caso, Ernesto Giménez Caballero (y alguno que otro, como Foxá o Rafael García Serrano).
Viene esto a cuento de que...

4 comentarios:

  1. ... tengo que reconocer que me atrae razonablemente el boxeo. Es el fanatismo que me permito sin omeprazol. Y me encanta ver películas de boxeo, siempre que sean buenas, claro. Puede ser porque estoy convencido de que el boxeo es un gran reflejo de lo que es la vida: es como la vida llevada a sus últimas consecuencias. La vida suelta buenos puñetazos que te dejan la cara como a un cristo, y en ocasiones formidables golpes bajos que debes encajar como si fueran válidos (y encima poner buena cara al rival, y a lo mejor dar las gracias, incluso).

    Acabo de sacar de biblioteca (de una de ellas, de las que me soportan todavía) "Las 100 mejores películas de boxeo". Me pondré al día con mis viejos conocidos del pesebre personal: Young Sánchez, Toro Salvaje, incluso Rocky Balboa en su primera entrega (también mi admirado MVM dibujaba a Young Serra, otro Young).
    En fin... ¡segundos fuera!

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  2. Una de las veces que encontré a Manuel Alcántara por esos actos de Dios, en un raro momento en que le habían dejado solo, me acerqué a él y le pregunté por Urtain. Creo que se le iluminó la cara, lo prometo: seguramente estaría cansado de la pleitesía falsa de quienes se le acercaban para fotografiarse con él como si fuese un trofeo de caza, llamarle "Maestro" y enviar rápidamente la foto por el chisme de llamar o colgarla en Facebook.
    Seguramente recordaría aquellos tiempos en que escribía crónicas de combates en "Marca". En "la Marca", que se decía entonces.
    Se lo había recordado aquel chaval que ya no era tan chaval, pero que seguía siendo bastante ingenuo.

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  3. El otro día estaba marcándome un baile en el ring, razonablemente tranquilo, manteniendo las distancias y pensando que todo estaba controlado y... me cayó tal derechazo en la ceja, tan inesperado, que me sentí Robert de Niro en "Toro salvaje", chorro de sangre incluido.
    Como no te cubras bien... la vida te la juega. Y de qué manera...

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  4. ¿Y quién no ha querido ser el derrotado Bogart (Bogart: siempre derrotado, siempre vencedor) en "Más dura será la caída? Pobre(s) Toro(s) Moreno(s) que por el mundo campa(n)...

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