lunes, 7 de julio de 2014

"INQUIETUDES"... DE CUANDO ERA COLUMNISTA DE PRENSA

Hubo una época de mi vida en que fui columnista de prensa, y mis cosillas salían en papel y quien se acercara al quiosco con el euro que cobraban por el Diario estaba también comprando mis empanadas mentales hechas columna. Me gustaba la marcha: lo  pasaba bien. Suficiente para seguir con ello.
El Diario que publicaba mis cosillas era el Diario Málaga-Costa del Sol (R.I.P.: parada cardiorrespiratoria irreversible). Fui de la gente que tuvo que apagar la luz del Diario, vamos.
Una vez escribí una columna en verso (publicada el 9 de marzo de 2005). Con el tiempo la incluí en "Desde el otro lado del espejo", un poemario que todavía remiro sin excesivo rubor. "Inquietudes".
Inquietudes...



Inquietudes
Hoy me siento extraño. Siento algo inflamados
los cojones del alma.
Vaya al médico
y que le dé un volante para el especialista.
En quince meses la Seguridad Social le habrá recetado algo.
Me desgañito gritando
en el fondo del mar
y los peces de colores ya no me atienden
(prefieren devorar peces de colores más pequeños que ellos).
Es necesario ser un gran pedagogo
para convencer de que
dos por dos es igual a cinco
(algo así escribió Brecht alguna vez en algún sitio;
Brecht, ese aguafiestas).
Grandes pedagogos nos gobiernan:
desde que el mundo es mundo
dos por dos nunca fue cuatro
(que yo recuerde).
Unos están arriba
y no quieren moverse
y
otros están abajo
y sólo desean estar arriba
para comportarse como esos a los que critican.
En vez de dar una patada al sillón
lo que quieren es ponerse cómodos.
Antes injusticia que desorden.
La calle es mía
y, si me da la gana,
tuya también un poquito
(siempre con mi mediación).
Corren rumores de que
se trabaja en la creación
de una nueva hornada de mitos griegos clásicos,
porque
a los poetas se les han acabado los que había
y necesitan comprar héroes al por mayor
para seguir fabricando poemas
que luego venden al por menor.
Un poema sin mitos griegos que llevarse al alma
es menos poema
(no es culto, no es celebrado, te lo echarán en cara).
Las palabras, esas putas:
cuando te llevo la contraria
me llamas demagogo,
pero cuando estamos de acuerdo
es porque he sido capaz de llegar a la raíz del asunto en cuestión.
Niño, dos cervezas y algo para picar.
Los políticos son todos iguales.
No es justo generalizar,
alguno se salvará.
A lo mejor en las Antípodas.
Allí también se cuecen habas,
no se crea.
Le veo pesimista.
Optimista bien informado, diría yo,
pero
llámeme como prefiera:
he visto demasiado en esta vida
y ya me han llamado de todo.
Hasta otro día, amigo.
Hasta otro día.
Es usted demasiado inquieto
y así no se llega a viejo.
Puede ser. Tendré que replantearme mi existencia.

3 comentarios:

  1. Parafraseando a Laura Valenzuela, esta columna debe estar en las pinacotecas...

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  2. Molts petons, estimada Dolors. Gracias por... estar cerca, por tu cariño y... ¡por leerme hasta el final! jajajaj

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