Hoy es Jueves Santo, lo sé porque hay tronos preparados para tomar las
calles, legionarios, cofrades, puestos de almendras y gentes descansando
para lo que vendrá luego (los autobuses van vacíos, hoy me aíslo en
ellos más que nunca).
Pero, con independencia de lo que diga el calendario, para mí es día de fiesta. He empezado recientemente a colmar una vieja laguna poética, tengo que confesarla con cargo de conciencia, ante tanta negligencia inexcusable por mi parte: he empezado a disfrutar de los versos de Javier Salvago sólo muy recientemente. Imperdonable, ya lo sé, pero intento sobrellevar mis lagunas con el mejor ánimo posible, hay tanto por leer que no puede estar uno en todo. Pero esta carencia debía empezar a solucionarla, pues era grave. Dicho y hecho. Flechazo.
Puedo ahora decir, con propiedad, que acabo de encontrar a otro creador con quien me siento cómodo. GRACIAS a la vida, que junto a las tortas, que caen de oficio, a veces nos regala también estos momentos, aunque tengan que trabajarse a instancia de parte.
Hoy, en cualquier caso, para mí sí que es día de fiesta.
Pero, con independencia de lo que diga el calendario, para mí es día de fiesta. He empezado recientemente a colmar una vieja laguna poética, tengo que confesarla con cargo de conciencia, ante tanta negligencia inexcusable por mi parte: he empezado a disfrutar de los versos de Javier Salvago sólo muy recientemente. Imperdonable, ya lo sé, pero intento sobrellevar mis lagunas con el mejor ánimo posible, hay tanto por leer que no puede estar uno en todo. Pero esta carencia debía empezar a solucionarla, pues era grave. Dicho y hecho. Flechazo.
Puedo ahora decir, con propiedad, que acabo de encontrar a otro creador con quien me siento cómodo. GRACIAS a la vida, que junto a las tortas, que caen de oficio, a veces nos regala también estos momentos, aunque tengan que trabajarse a instancia de parte.
Hoy, en cualquier caso, para mí sí que es día de fiesta.
Entresaco algún poema. A modo de ejemplo, para disfrutar de mi reciente amigo.
He pasado de largo casi siempre
ante el amor, y eso algún día se paga.
Cúantas veces he dicho:
-No hay prisa,
ya le abriré mañana-.
Pero mañana es hoy, y ahora sucede
que cae la noche y sé lo que me aguarda:
Mi habitación, la soledad y el frío.
¿Comprende usted, al fin, por qué sonrío?
Sólo el humor me salva.
"La Destrucción o el Humor" (1980).
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