domingo, 10 de enero de 2016

ASESINATO EN PRADO DEL REY

Una de mis compras entrañables de los pasados días de presunto descanso navideño fue "Asesinato en Prado del Rey y otras historias sórdidas". Un recopilatorio de historias de Pepe Carvalho aparentemente menor, pero al que tengo cariño y hasta ahora siempre había tomado en préstamo de la biblioteca pública (de una de ellas).
Habrá quien critique que lea novelas de detectives, habrá quien critique que lea textos aparentemente menores de Carvalho, ha...brá quien critique lo que sea (todo es criticable, si nos ponemos), incluso habrá quien no lo critique porque lo de decir que se lee novela negra se lleva mucho de un tiempo a esta parte. Parece que eres tan "cultureta" que te puedes permitir ese tipo de excentricidades. De todo hay, en la viña del Señor y a pie de calle, lo tengo comprobado.
En "Asesinato en Prado del Rey" hay detalles inolvidables, para mí: desde los homenajes irónicos a Gabriel García Márquez o a Antonio Gala hasta el protagonismo creciente de Sánchez Bolín, el "alter ego" de Manuel Vázquez Montalbán (escritor de novelas negras, gordo, aficionado a cocinar a deshoras y militante político). Carvalho, fiel a sí mismo, quema algún libro. En este caso, se me abren las carnes, "Las personas del verbo". Sánchez Bolín le pregunta el criterio para quemarlos, y así sigue el diálogo:

"- Suelo inspirarme por la memoria. Mi cultura es mi memoria.
- Coño. Habla usted como un poeta de la generación del cincuenta. Coja aquel libro de allí, el de color gris. Son los poemas completos de Jaime Gil de Biedma. Quémelo y no se preocupe, tengo otro ejemplar. ¿Ha leído usted a Jaime Gil de Biedma?
- Eso sólo lo confesaré en presencia de mi abogado.
Quemó el libro de Jaime Gil de Biedma en la chimenea ante la mirada atenta de Sánchez Bolín. Los labios del escritor susurraron:
- Nada hay tan triste como una habitación para dos, cuando ya no nos queremos demasiado.... Son dos hermosos versos de desamor de uno de los mejores poetas amorosos contemporáneos. Pero arden bien. Hay que reconocer que arden bien. Si usted es un pirómano de libros se habrá fijado en que los libros de versos arden mejor que los de prosa. Los espacios en blanco facilitan la combustión".
¿Este párrafo está extraído de un texto menor? Lo dudo tanto...





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