"Siempre llega la muerte antes de tiempo. / Nunca nos acostumbramos al adiós. / Acabamos en viento: siendo viento.". Así comencé hace años un sentido poema que dediqué a mi padre, el hombre más bueno que conocí jamás.
Todavía no he asimilado la pérdida de David Bowie cuando conozco el fallecimiento de Glenn Frey (devoro "Hotel California" con la avaricia del fan, demorándome en cada acorde, y no con la mesura del entendido que no soy) y hoy, a deshoras, me entero de que ha muerto Ettore Scola. En fin...
No voy a extenderme sobre él, hay sabios muy preparados que han escrito mucho y, a ratos, bueno, con notas al pie y con notas al final (¡ay, las notas al final, cómo me amargan algunas lecturas!), y existen webs y wikipedias más o menos diligentes para consultar, etc. Pero si miro hacia adentro (y esto no hay wikipedia que pueda hacerlo), Scola anda muy presente.
Vuelvo periódicamente a ese "capolavoro" que es "Una giornata particolare" (¿todas las soledades la soledad?, ¡ay, la música y el resto del mundo, invadiendo nuestra intimidad!, ¡ay, lo duro que es ser diferente!); soy consciente, con "La terrazza", de que la Historia no es como merecíamos o cómo pensábamos (quizás teníamos el listón demasiado alto, o esto funciona de otra manera); pude ponerle la cara de Mastroianni a Casanova en "La noche de Varennes", algo que siempre me rondó por la cabeza; reflexioné sobre las miserias y las grandezas del concepto de familia en "La famiglia" o volvía periódicamente a Roma con "Gente di Roma" (no hace mucho volví a ella otra vez: lo hago con apasionada periodicidad). Por ejemplo.
No pretendo ser exhaustivo: no soy un sabio, soy un gozador. Incluso un gozador con lagunas (y las confieso, aunque eso no suele ser bueno; con un poquito de "postureo" me iría mejor en la vida). Es imperdonable que un felliniano convicto y confeso como yo no se haya adentrado en "Qué extraño llamarse Federico". Pero lo miro por el lado bueno: ya hay un motivo de peso para desear amanecer cada mañana.
Ettore Scola ha muerto, y yo pierdo a otro creador que me regalaba placer. Hoy me siento un poco más solo.
D. E. P. Ettore Scola, e grazie per il tuo lavoro, caro amico.
Todavía no he asimilado la pérdida de David Bowie cuando conozco el fallecimiento de Glenn Frey (devoro "Hotel California" con la avaricia del fan, demorándome en cada acorde, y no con la mesura del entendido que no soy) y hoy, a deshoras, me entero de que ha muerto Ettore Scola. En fin...
No voy a extenderme sobre él, hay sabios muy preparados que han escrito mucho y, a ratos, bueno, con notas al pie y con notas al final (¡ay, las notas al final, cómo me amargan algunas lecturas!), y existen webs y wikipedias más o menos diligentes para consultar, etc. Pero si miro hacia adentro (y esto no hay wikipedia que pueda hacerlo), Scola anda muy presente.
Vuelvo periódicamente a ese "capolavoro" que es "Una giornata particolare" (¿todas las soledades la soledad?, ¡ay, la música y el resto del mundo, invadiendo nuestra intimidad!, ¡ay, lo duro que es ser diferente!); soy consciente, con "La terrazza", de que la Historia no es como merecíamos o cómo pensábamos (quizás teníamos el listón demasiado alto, o esto funciona de otra manera); pude ponerle la cara de Mastroianni a Casanova en "La noche de Varennes", algo que siempre me rondó por la cabeza; reflexioné sobre las miserias y las grandezas del concepto de familia en "La famiglia" o volvía periódicamente a Roma con "Gente di Roma" (no hace mucho volví a ella otra vez: lo hago con apasionada periodicidad). Por ejemplo.
No pretendo ser exhaustivo: no soy un sabio, soy un gozador. Incluso un gozador con lagunas (y las confieso, aunque eso no suele ser bueno; con un poquito de "postureo" me iría mejor en la vida). Es imperdonable que un felliniano convicto y confeso como yo no se haya adentrado en "Qué extraño llamarse Federico". Pero lo miro por el lado bueno: ya hay un motivo de peso para desear amanecer cada mañana.
Ettore Scola ha muerto, y yo pierdo a otro creador que me regalaba placer. Hoy me siento un poco más solo.
D. E. P. Ettore Scola, e grazie per il tuo lavoro, caro amico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario