Hace unos días que no incluyo nada por aquí, seguramente porque ando con el agua al cuello por cuestiones laborales. A pesar de lo que opine DOña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma (¡ay, lo que me duele este segundo apellido en alguien como ella!), los profesores tenemos mil historietas a las que atender.
Ahora toca lo de los exámenes, para mí la parte más aburrida y fea de mi labor. Pero hay quien gozaría auténticos orgasmos con esto, más placenteros que los eróticos, pues la clave aquí es de las que nos gustan, en general: JUZGAR. Y el orgasmo es múltiple, ya, si juzgamos y condenamos: bajamos el pulgar, jugamos con el desgraciado a quien la vida colocó delante de nosotros para que le valoremos Dios sabe por qué.
En fin, espero que acabe esto pronto (hoy hago el último), y el 26 empieza la movida que me va de verdad: la docencia.
En estos días uno se entretiene como puede: con Gil de Biedma (con el bueno), con Manuel Vázquez Montalbán, con textos sobre Fellini, con Antonioni, con todo mi pesebre al completo (y si puede ser algo de cine, mejor, para eso hizo Dios a Scola, a Fellini y a algunos otros...).
La droga, al completo. Sin ella... menudo mono; sólo de pensarlo me dan temblores.
Un abrazo, amig@s, gracias por haberme seguido hasta el punto y final de esta entrada.
Yo también me dedico a la docencia y te entiendo, llevo días con todo abandonado metido en el instituto. En mi caso además tengo a la Cospedal con su yugo preparado, no quiero ni pensar en lo que nos viene por ahí. Por si acaso me voy a hacer deporte que me pille en forma.
ResponderEliminarEres incansable y no sabes como te lo agradecemos los que te leemos sin parar, el problema es que a veces nos sentimos demasiado ligados a nuestra columna, te lo dice un bloguero que lleva ya para cinco años de blog y para 1100 entradas.
ResponderEliminarVíctor
Gracias por estar, amigos. Ya te queda, amigo Quique, que el horóscopo te sea favorable (aunque haya cuestiones que puedan ser más opinables, qué faltas de respeto están teniendo con el colectivo...).
ResponderEliminarVïctor, amigo, el placer es mutuo, hace tiempo que no me paso por tu siroco, pero no tengo tiempo ni para respirar... Menos mal que los trayectos en autobús dan para buena lectura, jeje
un abrazo para tod@s,
Antonio
A los que nos gusta pasar por aquí te agradecemos que no abandones el blog aunque estés con el agua al cuello.
ResponderEliminarGracias, querido amigo, por venir por aquí. Es un placer incluir mis cosillas para poder pensar y pasar un buen rato tod@s junt@s.
ResponderEliminarGRACIAS por visitar este vecindario,