... Ahora los científicos dudan más, pues soy un joven-viejo o un viejo-joven, cualquiera sabe, y no me ponen el post-it por si se equivocan. De mi primer libro de poesías publicado, aquella primera gran imprudencia (¡era tan joven!), traigo este poemilla para empezar la tarde no sé si bien, mal o regular. En cualquier caso, todavía estamos a tiempo de encauzarla...
Balance
Todavía soy joven,
eso dicen los científicos
de las edades.
Sin embargo,
ya soy consciente
de por qué
esta vida,
la única que conozco,
merece la pena,
y qué lamentaré
cuando me toque
dar el terrible paso
hacia la Nada:
las mujeres que no amé,
los libros que no leí
y la música que no escuché.
Todo eso no me lo devolverá
ni la religión más verdadera.
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