Hoy es 14 de julio, la "Fête nationale française". No soy dado a
patriotismos, banderas ni demás engañifas del espíritu, prefiero otras
ficciones (por eso, la creación), pero tampoco las critico: cada uno se
envenena con lo que más le gusta. Somos adultos, ¿verdad?
Pero hay un único derroche patriótico que me permito sin Omeprazol: la Marsellesa. Los afrancesados (ser afrancesado en este país es una de las condiciones más respetables que se pueden ostentar aquí) asociamos esta música con muchos sueños rotos y muchos avances más o menos frustrados o retardados en la Historia, y solemos emocionarnos con esta melodía. Ya sé, ya sé, saldrá la voz de mi conciencia (¡anda, todavía tengo conciencia!): que si la letra del himno, que si Argelia, que si Vichy, que si... Sí, ya sé, ya sé: pero si la cabeza razona (o debiera razonar), el corazón siente, y no pienso ponerle rejas al corazón, bastantes tiene ya mi sucedáneo de cerebro.
Por ejemplo, me cuesta llegar sin lágrimas a esa parte de Casablanca en que La Marsellesa ahoga no sé qué canto alemán.
Donc, aujourd'hui, mes amis, Vive la France!
Pero hay un único derroche patriótico que me permito sin Omeprazol: la Marsellesa. Los afrancesados (ser afrancesado en este país es una de las condiciones más respetables que se pueden ostentar aquí) asociamos esta música con muchos sueños rotos y muchos avances más o menos frustrados o retardados en la Historia, y solemos emocionarnos con esta melodía. Ya sé, ya sé, saldrá la voz de mi conciencia (¡anda, todavía tengo conciencia!): que si la letra del himno, que si Argelia, que si Vichy, que si... Sí, ya sé, ya sé: pero si la cabeza razona (o debiera razonar), el corazón siente, y no pienso ponerle rejas al corazón, bastantes tiene ya mi sucedáneo de cerebro.
Por ejemplo, me cuesta llegar sin lágrimas a esa parte de Casablanca en que La Marsellesa ahoga no sé qué canto alemán.
Donc, aujourd'hui, mes amis, Vive la France!
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