Mañana es 1 de septiembre, y como hubiese dicho De Gaulle, "se acabó el recreo". Los domingos nos encantan, pero Jaime Gil de Biedma y Manuel Vázquez Montalbán ya nos enseñaron que la razón la llevan los días laborables. Desgraciadamente, es así, por lo que no queda más remedio que afrontar a porta gayola el nuevo mes, apretar los dientes e inventar el mundo cada mañana. Posiblemente, con música sea mejor, porque con música todo es mejor (ya nos explicó Nietzsche que sin música la vida sería un error).
En fin, que sea leve...
Pues yo, sinceramente… le pondría un réquiem…
ResponderEliminar(Así de vital y optimista me presento yo a mi nueva etapa laboral, que le vamos a hacer…)
Antes cuando septiembre olía a forro de libros y lápices nuevos me gustaba más.
ResponderEliminarMiguel
Qué tiempos aquellos, Miguel. No sé si la nostalgia es un error (el exceso seguro que sí), pero... a veces es inevitable.
ResponderEliminarQué recuerdos: me viene a la mente ponerme a forrar mis libros con mi padre, qué meses.
Lo de hoy es una cosa más pasteurizada.
Un abrazo,
Antonio