El otro día, en una biblioteca pública, me encuentro con un libro de gazapos. "Lo de siempre", pensé. Pero cuando leo, como banderín de enganche, que una folklórica muy conocida aseguró que era mayor, "pero no tanto como para ser del Parque Jurídico", miré para los lados y me dije... "se viene conmigo".
También estos libros son hijos de Dios... y he descubierto que hay quien espera un parque médico, quien sufre un cólico frenético, quien toma cláusulas para la tos, que existen aspirinas fluorescentes, personas que son desechos de virtudes, otras que reciben clases de adicción o algunos tan cariñosos que mandan un vaso fuerte para todos. Alguno presume de árbol ginecológico, otro esquiva garrafas de viento, hay quien se rasca las vestiduras o quien tiene tanto dinero que nada en la ambulancia (también su opuesto: la hormiga negra de la familia), la que se hace una redundancia magnética por si acaso o a quien un accidente no le deja espuelas, así como quien se queda fumigado del susto (a lo mejor por el accidente, o pensando en la redundancia magnética posterior, que intimida). Si no fuera porque los cerebros que las pronuncian van de divos por la vida, evidentemente, no me reiría.
Pero en fin, pasé un buen rato, bastante entretenido y, después, me puse a cazar moscas. Pero con una sonrisa en la boca. Eso sí.
Feliz fin de semana
Cuidado Antonio que lo siguiente es reconocer que lees revistas del corazón , eso sí, solamente en la Peluqueria, jejeje.
ResponderEliminarEl quiosquero es malévolo y me las intercala entre la Revista de Occidente y los Cahiers du Cinema... No me queda más remedio que leerlas, jejeje
ResponderEliminarun abrazo, Umberto,
Jajaja... pero en literatura también hay joyas, tú seguro que conocerás más que yo. Un ejemplo de muchos:
ResponderEliminar“Ella ofrecía a mis labios su triste frente, pálida y marchita que en esta hora matinal aparecía todavía despeinada y en la que se transparentaban las vértebras como las puntas de una corona de espinas o las cuentas de un rosario.” (Marcel Proust, Por el camino de Swan).
¡¡Vaya sitio para las vértebras!!
(Hace tiempo que no decía nada, pero aunque silencioso sigo por aquí)
Un abrazo.
Excelente texto, querido amigo Quique, gracias por volver por estas tierras. Sí que es cierto, hay cosas curiosas. Aunuqe reconozco que todavía estoy con respiración asistida por esta sobredosis de "palabros" juntos.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Antonio J. Quesada
Como anécdota curiosa, encontré un comentario en una biblioteca pública de Málaga, en un folleto informativo sobre los libros del mes recomendados para leer en dicha biblioteca, se recomendaba uno sobre la vida de Stalin en donde se afirmaba que era un despistado dirigente cuando lo que quería decir es que era un despiadado dirigente. ¡La cosa cambia! además que de memoria andaba perfectamente.
ResponderEliminarSí, creo que de despistado no tenía nada. Llevaba muy bien las cuentas...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Víctor.
A mi me gustó mucho cuando preguntaron a una hija de la reina de las revistas del corazón (las conozco por mi madre, jejeje): ¿Cual es tú personaje histórico favorito? Y respondió: Robín Hood. Muerto me quedo.
ResponderEliminarVerdaderamente, es de redundancia magnética, por lo menos...
ResponderEliminarGRACIAS, anónimo/a amigo/a, por echar un ratico con nosotr@s.
Antonio J. Quesada
Querido Antonio, hace unos días en el ámbito de una Feria del Libro de una población "de cuyo nombre no quiero acordarme" una concejala de cultura me decía que recordaba con mucho cariño los poemas de las golondrinas de Manrique. Pa mear y no echar ni gota...
ResponderEliminarPara ser de Cultura no estaba mal... Anda el patio revuelto, a ver si Espronceda nos saca del lio...
ResponderEliminarun abrazo desde el nido de la torre,
Buenooooo, los errores poseen su valor, aunque sólo en alguna ocasión. ¡No todo el mundo que viaja a la India descubre América!...Y si alguien nunca ha cometido uno, y lo desea, yo le regalo unos cuantos...jejeje, saluditos.
ResponderEliminarBuenooooo, los errores poseen su valor, aunque sólo en alguna ocasión. ¡No todo el mundo que viaja a la India descubre América!...Y si alguien nunca ha cometido uno, y lo desea, yo le regalo unos cuantos...jejeje, saluditos.
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