lunes, 31 de julio de 2017

"CALLE MAYOR"

Hoy pasaron por televisión, a horas intempestivas, "Calle Mayor", de Bardem (no me importa lo de las horas intempestivas: soy de horas intempestivas, voy por la vida y por la Historia de modo intempestivo). Un regalo inesperado que me ha permitido gozar estéticamente, otra vez, y reflexionar sobre diversos temas, otra vez. Inevitable.
Sobre la provincia y la vida de provincias (qué orteguiano me pongo, a veces): Iglesia, casino, plaza mayor, calle mayor, cafeterías (y luego, la ilustración de provincias, con su boticario ilustrado, su maestro de escuela, su librería-papelería "El progreso" y alguna cosa más). Sobre la mentalidad de provincias, no necesariamente ligada a un territorio: se puede ser provinciano en Nueva York o Londres y cosmopolita en Arévalo, provincia de Ávila (Jaime Gil de Biedma ya jugó a eso). Sobre esos canallas vitelloni que no tienen nada que hacer en la vida, se aburren y deciden reírse de quien tienen al lado siempre que sea débil. Y, ojo, no olvidemos que los vitelloni son los dirigentes de la vida del pueblo, las fuerzas vivas que tienen la sartén por el mango: la prensa local, la banca, la burguesía del pueblo... La dignidad (además de por la pobre sufridora de todo esto, interpretada por la maravillosa Betsy Blair) está representada por dos personas al margen de la sociedad local, dos outsiders: una prostituta y un intelectual que viene de la capital. Dos personas que no pintan nada y miran desde fuera. Nadie. Nada. La vida tiene otras reglas.
La calle Mayor. Ya nos enseñó Kavafis que la ciudad iba con nosotros: se puede llevar la calle Mayor por mi querida Regent Street, por mi no menos queridas Rue Rivoli o Via del Corso, por la Quinta Avenida o qué sé yo por dónde. Como digo, se puede ser pueblerino en pleno Carnaby Street y cosmopolita en Puerto Hurraco. Todo eso suele ir dentro de uno, por más que el entorno condicione (¡cómo no!).
"Calle Mayor", sí. Otra vez. Las que haga falta.

2 comentarios:

  1. ¿Habremos aprendido suficiente?. Estupenda película.

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  2. ¿Por qué me temo que no habremos aprendido?... En fin, disfrutemos y meditemos, también... Abrazos!

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