Leo por alguna parte que hoy se celebra el Día Mundial de la Poesía. Y
me encuentro con poetas (por cierto, ¡qué de poetas, qué gran familia!)
que celebran y celebran y vuelven a celebrar, y escriben y leen y posan con
libros y no sé qué cosas más por aquí, por allá y por cualquier
esquinita de internet que se tercie. Pues bienvenido sea, sí señor. Día
Mundial de la Poesía (menos mal que no la buscamos sólo hoy).
Como me siento casi exiliado de mí mismo (será que llueve y la lluvia para un sureño es un tema casi metafísico), tiro del Maestro para celebrar esto de modo inteligente y bello.
Sí.
Como me siento casi exiliado de mí mismo (será que llueve y la lluvia para un sureño es un tema casi metafísico), tiro del Maestro para celebrar esto de modo inteligente y bello.
Sí.
DE VITA BEATA
En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.
En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.
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